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octubre 24 de 2018
El encadenamiento inclusivo, una oportunidad real para los productores de cacao

En San Vicente de Chucurí 159 familias se han visto beneficiadas por el proyecto que lidera la Fundación ANDI

El potencial del cacao es inmenso. Un estudio reciente solicitado por la cámara Procultivos de la ANDI a la Fundación Technoserve concluyó, por ejemplo, que el cacao es uno de los cultivos no tradicionales más promisorios para Colombia. De acuerdo con el estudio, los cultivos de cacao, palma y mango podría incrementar la producción agrícola del país del 5 al 8 por ciento en un plazo de cinco años.

Involucrar a los pequeños productores es un imperativo para desarrollar el máximo potencial de cultivos como el del cacao. En ese orden de ideas, la Fundación ANDI lidera, desde el 2015, un proyecto de encadenamiento inclusivo con productores del grano de cacao en San Vicente de Chucurí, Santander.

El proyecto, que beneficia a 159 familias de las organizaciones Aprocafrum y Aprimujer, tiene como empresa ancla a la Compañía Nacional de Chocolates y tiene como objetivo principal aumentar los ingresos de los cacaocultores, mediante la adecuada gestión del sistema productivo del cultivo y la comercialización de su producción con la empresa ancla, para mejorar su calidad de vida.

“Una de nuestras líneas de trabajo en la Fundación ANDI es el acompañamiento a empresas para que incluyan poblaciones vulnerables en sus cadenas de valor. Estos esquemas mejoran el desempeño económico y competitividad de las compañías. Simultáneamente, permiten que  las comunidades se inserten de forma sostenible en las dinámicas económicas del país, fortalecen sus capacidades y mejoran sus ingresos”, explica Isabella Barrios, directora de la Fundación ANDI.

Desde el 2015, año en que inició el proyecto se ha presentado un aumento del 29% en la productividad en los predios de los cacaocultores. Además, la altísima fortaleza técnica del proyecto ha favorecido transacciones más eficientes con la Compañía Nacional de Chocolates, que han  resultado en el incremento de 26% de los ingresos de 159 hogares de Aprimujer y Aprocafrum.

La intervención integral en todos los eslabones de la cadena ha permitido avances en todos los frentes. Así, por ejemplo, se ha dado un fortalecimiento de la relación comercial en un promedio del 26% para las dos organizaciones, como resultado de diferentes jornadas realizadas por la empresa ancla, en las cuales se han transmitido los parámetros más importantes para la comercialización. Asimismo, la construcción de planes de negocio a través del uso de diversas herramientas, identificación de mercados internacionales y una hoja de ruta de comercialización nacional. 

“Grandes compradores de cacao están buscando con lupa un grano de calidad por todo el mundo. Proyectos como este no solo podrían conectar a los pequeños productores con esta creciente demanda, sino que además fortalece las buenas prácticas agrícolas y, por ende, su productividad”, asegura María Helena Latorre, directora de la cámara Procultivos de la ANDI, uno de los aliados estratégicos de este proyecto.

Los próximos 25 y 26 de octubre se presentarán los avances del proyecto en dos fincas de las familias beneficiadas. Allí, mediante una carrera de observación, los asistentes podrán apropiar los conceptos adoptados por estas fincas y así se motivará a más productores a sumarse a este proyecto que, mediante el encadenamiento productivo con la población vulnerable, construye un país más incluyente.