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marzo 22 de 2019
Economía circular: más que una necesidad, una oportunidad

Por diversas razones, la sostenibilidad ocupa un rol central en el desarrollo empresarial. Y Colombia tiene el potencial de posicionarse en este aspecto.

Camilo Trout Lastra
Economista Senior de la Vicepresidencia de Desarrollo Económico y Competitividad de la ANDI

Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia son países que se han destacado por estar a la vanguardia en buenas prácticas en materia de economía sostenible, como son la disminución de emisiones de carbono, la promoción del uso de energías renovables para la conservación del medio ambiente y la creación de nuevos roles de trabajo que dinamicen la economía, por mencionar algunos ejemplos. Colombia, por su parte, busca no quedarse atrás, ya que además de la existencia de varios casos exitosos, tiene un gran potencial para desarrollar.

En 2018, el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), que evalúa el desempeño empresarial en ámbitos económicos, sociales y ambientales, destacó en Latinoamérica a 9 empresas colombianas, lo que posicionó al país en el tercer lugar del índice, después de Chile y México, que cuentan con 18 y 13, respectivamente. Para las empresas colombianas distinguidas en este ranking, estar ahí se convierte en un compromiso para seguir innovando y consolidarse como líderes de la economía verde.

En el caso de las multilatinas de origen colombiano que participan en el DJSI, se evidencian algunos elementos comunes, como el ser innovadoras en temas de gobierno corporativo, política fiscal y desarrollo organizacional, siendo Bancolombia S.A., Grupo Argos S.A. y Celsia S.A. las empresas líderes en sus sectores.

Sin duda, en el país hay trabajo adelantado, pero el impulso de la economía sostenible debe continuarse. Para cumplir con este objetivo es necesario que exista una articulación de los diferentes actores que conforman el sistema productivo, para aprovechar el potencial existente alrededor de la economía circular. Los siguientes son algunos casos de éxito.

Centro de Materiales Avanzados
La Universidad Jorge Tadeo Lozano, con el apoyo de la Cámara de Comercio de Bogotá, la Secretaria Distrital de Desarrollo Económico, Connect Bogotá y Colciencias, creó el Centro de Materiales Avanzados, que busca articular las capacidades de investigación de la academia con las necesidades de empresarios y gremios. El objetivo de la estrategia es el desarrollo de materiales y productos con insumos no convencionales, para crear nuevos modelos de negocios, atraer talento especializado, realizar buen uso e implementación de la economía digital, y fortalecer la competitividad ante el escenario internacional.

Fibras textiles a partir de reciclaje de PET
Enka, empresa del sector textil, lidera el reciclaje de botellas PET (tereftalato de polietileno) con una red de recolección que se extiende en 27 departamentos del país. A partir de este insumo se producen el 51% de los productos de Enka con fibras, filamentos e hilazas, utilizados para confeccionar ropa deportiva y prendas de vestir interior y exterior.

Sacos verdes de Argos
En el sector de materiales para construcción, Cementos Argos S.A. puso en marcha una estrategia que, después de la venta y entrega de los bultos de cemento, se encarga de recolectar los empaques vacíos y triturarlos para convertirlos en insumo para fibrocemento de empresas que fabrican tejas.

Por otra parte, entre muchos ejemplos de utilización de materiales no convencionales, se destacan el cuero vegetal producido a partir de las hojas de piña y el cuero de tilapia, empleados en la confección de bolsos, carteras y otros productos de marroquinería, que reducen la huella de carbono en niveles significativos, frente al proceso de fabricación que se hace con cuero de bovino.

La economía circular les permite a los ecosistemas empresariales encontrar nuevas oportunidades en sectores paralelos. Por esto, es importante continuar el trabajo de fortalecer los encadenamientos productivos, no solo a nivel empresarial sino sectorial, identificando puntos de encuentro que permitan el desarrollo de estrategias sostenibles.

Por su parte, la Vicepresidencia de Desarrollo Sostenible de la ANDI lidera el eje estratégico de economía circular para la creación de valor, con una iniciativa de colaboración empresarial llamada ‘S+REP’, cuyo objetivo es promover los esfuerzos colectivos del sector productivo nacional en materia de responsabilidad extendida del productor (REP), contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de la población, la libre competencia, el cambio hacia patrones de producción y consumo sostenible, y el crecimiento verde del país.

En el marco de esta iniciativa, se creó el Grupo Retorna, una organización sin ánimo de lucro conformada por los principales programas posconsumo del país y de mayor representatividad del mercado nacional, que realizan la gestión ambiental a nivel nacional de diferentes residuos, como los envases de plaguicidas, las pilas, los computadores y periféricos, las llantas, las neveras y las baterías.

Al entender la importancia de promover la innovación y generación de valor responsable, el Gobierno Nacional, a través del Plan Nacional de Desarrollo, estableció la estrategia nacional de economía circular en busca de la transformación de las cadenas de producción y consumo, por medio del cierre del ciclo de materiales, agua y energía. Dicha estrategia se define en “nueve erres”: repensar, reutilizar, reparar, restaurar, remanufacturar, reducir, reproponer, reciclar y recuperar.

Por último, se debe tener en cuenta el reciente anuncio sobre la creación del primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) del Foro Económico Mundial para América Latina, que tendrá sede en Medellín. Se trata de una plataforma para acelerar la aplicación de ciencia y tecnología, enfrentar los retos locales y llevar soluciones a toda la región y el mundo, lo que constituye otra oportunidad para posicionar a Colombia como un líder en la implementación de economía circular.