Expertos aseguran que la exploración de yacimientos no convencionales garantizaría la estabilidad económica y la seguridad energética de Colombia.
Durante los últimos años las reservas de petróleo y gas han venido decreciendo. Hoy en día Colombia cuenta con 1.782 millones de barriles de crudo y 3,9 terapiés cúbicos de gas, lo que representa una autosuficiencia garantizada apenas para 5,7 años y 11,7 años respectivamente. No obstante, de acuerdo con lo que ha manifestado la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, en el Valle Medio del Magdalena y la cuenca Cesar-Ranchería se tendría un importante potencial para la exploración y la producción de hidrocarburos en yacimientos no convencionales para triplicar las reservas actuales.
Según Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, ACP, “las estadísticas muestran que los países que han desarrollado sus yacimientos no convencionales mejoran sus índices económicos y de calidad de vida y los de las comunidades donde se adelantan estos proyectos, por eso consideramos que Colombia se merece la oportunidad de desarrollar estos recursos”.
Entre otros, dicha exploración le permitiría al país garantizar su seguridad energética, es decir, producir acorde con la demanda interna, ya que de lo contrario Colombia se vería obligada a importar gas y crudo. “Así mismo, generaría recursos fiscales al país que servirían para apalancar programas de inversión del Gobierno Nacional, además de un impulso a la generación de empleo, los encadenamientos productivos y el crecimiento económico regional”, indicó Lloreda.
El panorama de unas reservas insuficientes traerá como posibles consecuencias no poder garantizar en el futuro los hidrocarburos necesarios para generar energía, mejorar la calidad de vida de los hogares, darles competitividad a las industrias e implementar programas de movilidad sostenible en las ciudades.
El polémico fracking
Cuando se habla de yacimientos no convencionales es inevitable tocar el tema del fracking, una técnica que combina dos tecnologías de uso común en la industria petrolera: la perforación horizontal y la estimulación hidráulica, pero en sitios diferentes de donde usualmente se extrae el petróleo y el gas.
Como explica Orlando Cabrales, presidente de Naturgas, “los hidrocarburos que están ubicados en los yacimientos no convencionales están atrapados en rocas de baja permeabilidad, por lo que es necesario usar el fracking, para liberarlos y así facilitar su extracción”.
Si bien son muchos los argumentos en contra, ya que son innegables sus efectos sobre el medio ambiente, Cabrales asegura que Colombia ha analizado los posibles riesgos sobre el agua, el aire y los relacionados con la sismicidad y, gracias, a ello se expidió un marco regulatorio en el manejo y mitigación de dichos riesgos, por lo que considera “fundamental seguir avanzando en el fortalecimiento institucional, para asegurar una adecuada supervisión de la actividad”.
Al respecto, el Presidente de la ACP agrega que “hoy en día ya se están implementando acciones para lograr un mayor aprovechamiento de los yacimientos convencionales, tal es el caso de la técnica del recobro mejorado; pero también estamos explorando nuevas áreas y para desarrollarlas es necesario implementar la técnica del fracking , que ha sido durante años ampliamente utilizada en la industria en distintos países del mundo”.
En su opinión, el país debe beneficiarse del desarrollo de los yacimientos no convencionales a través del avance de la fase exploratoria y los pilotos de investigación recomendados por la Comisión de Expertos para confirmar el potencial del recurso, recopilar mayor información que sirva para mejorar la normatividad y avanzar en el aprovechamiento de estos.
El presidente de Naturgas asegura que lo anterior significa un reto a corto plazo para la industria de hidrocarburos, que deberá demostrar que es posible hacer fracking de forma responsable.
Y coincide en que para esto “es indispensable hacer unos proyectos piloto que entreguen información que sirva para potencializar a las instituciones que realizarán monitoreo y les dé tranquilidad a las comunidades”.
La industria de hidrocarburos está comprometida con llevar a cabo proyectos de exploración y explotación siguiendo la normatividad y estándares técnicos y ambientales que garanticen a los colombianos continuar beneficiándose del petróleo y el gas, sin arriesgar la sostenibilidad del país.