La industria de alimentos es dinámica. Su constante reinvención nos exige ser competitivos e innovadores para mantenernos vigentes en el tiempo. Ahora bien, para generar valor a los grupos relacionados desde las empresas, debemos permanecer articulados como gremio alrededor de propósitos comunes.

Así lo hemos venido haciendo durante 75 años en la ANDI. Particularmente, la Cámara de la Industria de Alimentos trabaja en el diseño y ejecución de acciones colectivas alrededor de la producción de alimentos, la innovación, la promoción de hábitos saludables y el capital humano, entre otros elementos, lo que nos permite seguir contribuyendo al dinamismo del sector.

Gracias a los esfuerzos de la Cámara, de las 51 empresas afiliadas y de los 11 comités transversales, hemos dado pasos importantes en materia de comercio exterior, regulación, medidas anticontrabando, desarrollo tecnológico y responsabilidad corporativa. Aún son muchos los retos que enfrentamos; de ahí la importancia de darle continuidad a este trabajo mancomunado, el cual nos permitirá seguir entregándoles a nuestros consumidores productos y experiencias memorables para su disfrute, bienestar y salud.

En nuestro caso particular, el pertenecer a la ANDI nos ha permitido conocer e implementar buenas prácticas en materia de responsabilidad corporativa, como, por ejemplo, la alianza con la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco) para que Colombia sea el país con la mejor nutrición infantil de América Latina a 2030. Así mismo, nos ha garantizado la confianza de contar con una voz que unifica los intereses grupales alrededor de asuntos que inciden directa o indirectamente en las organizaciones y, en consecuencia, en el bienestar de los colaboradores, los clientes y consumidores, las comunidades, los inversionistas y demás grupos relacionados.

Finalmente, considero que contar con un gremio que alinea los intereses y desafíos de una industria como la nuestra, promueve la reflexión y el liderazgo en función de la sostenibilidad empresarial, entendida esta desde un enfoque integral donde se benefician todos los actores de la cadena de valor. Comprendemos también que trabajar en equipo es avanzar desde las diferencias naturales de los entornos competitivos hacia un propósito común: construir un mundo mejor donde el desarrollo sea para todos.