Durante estos 27 años de trabajo nos hemos concentrado en sumar esfuerzos con las empresas, los gremios y las distintas instancias del Gobierno para contribuir a la sostenibilidad y competitividad del país.
Por: Laura Pasculli, Directora Ejecutiva de la Cámara de Alimentos Balanceados
En la década de los ochenta existieron en la ANDI mesas de trabajo que agruparon a empresarios de acuerdo con su afinidad sectorial. Sin embargo, con el paso del tiempo estas se fueron transformando en comités técnicos sectoriales y por iniciativa de Óscar Mejía, presidente de Solla, se estructuró el Comité de la Industria de Alimentos Balanceados, con la participación de Cipa, Purina y Concentrados del Norte y la misma Solla. Ya en 1992, dichas empresas, a las cuales se unieron se Nutrilisto, Nutridías, se constituyeron como la segunda cámara sectorial de la ANDI.
La Cámara fue creciendo y en los siguientes tres años vinculó al 95% de los productores de alimentos balanceados de marca comercial y de las empresas de premezclas. Entre las prioridades de la Cámara, en sus inicios, se encontraba la compra de la cosecha nacional a través de un Comité Nacional de Compras, encargado de las negociaciones de materias primas para sus afiliados. Posterior a la apertura económica se continuó el trabajo de compra de materias primas a través de la Bolsa Nacional Agropecuaria (hoy, Bolsa Mercantil de Colombia) y las compras para acceder a los cupos de importación, operaciones que con la entrada en vigencia de los acuerdos comerciales desaparecieron.
Sin embargo, el interés de la Cámara por promover el desarrollo de la agricultura permaneció. Fue por eso que surgió el primer proyecto de siembra de 250 hectáreas de maíz en la altillanura, que fue financiado por los empresarios pertenecientes a esta, quienes posteriormente desistieron del trabajo en agricultura para continuar en su papel de agroindustriales, pero promoviendo proyectos agrícolas.
La dinámica del sector ha hecho que parte de la industria haya adoptado modelos de cadena productiva, generando integraciones verticales para mejorar la competitividad, por lo que hoy el 48% de la industria se mantiene en la producción de alimento para animales con marca comercial y el 52% corresponde a producción de alimento para autoconsumo, resultado en su mayoría de los procesos de encadenamiento.
Entre las prioridades de la Cámara siempre ha estado el relacionamiento con las distintas instancias de Gobierno, siendo prioritario el que tiene que ver con los ministerios de Agricultura, Comercio, Ambiente, Transporte y Trabajo, así como con el ICA y la DIAN. También ha sido permanente el relacionamiento intergremial con los actores vinculados a la cadena productiva, desde la producción de materias primas (maíz, soya, algodón y aceites), hasta la producción de proteína animal, representada en las organizaciones gremiales de la producción avícola, porcícola, láctea, piscícola y cárnica.
Nuestro propósito es contribuir a la sostenibilidad y competitividad del país en la producción de la proteína animal, incrementar la industrialización y mejorar la salud y nutrición de la población colombiana y el bienestar de los animales de compañía.
Nuestras áreas de trabajo están orientadas, principalmente, a la regulación competitiva y la simplificación de trámites en las áreas técnicas, agropecuarias y de salud, alineadas con las mejores prácticas y tendencias internacionales, el desarrollo de un modelo de negocio sostenible comprometido con el desarrollo del campo, la nutrición y la innovación. Igualmente están comprometidas con la búsqueda constante de mejoras en la eficiencia de la cadena logística y el aprovechamiento de los acuerdos comerciales e inserción en nuevos mercados.
Queremos expresar un agradecimiento especial a los presidentes de la Junta durante estos 27 años de existencia, por su liderazgo y apoyo incondicional a la Cámara. Son ellos: Óscar Mejía de Solla, Gustavo Alberto Lenis de Finca, Carlos Payán de QBICO y Alejandro Mesa de Premex.