Los incentivos que ofrece el Gobierno al régimen franco impulsaron la creación de zonas francas en 19 departamentos, con inversiones por más de $55 billones y 164.000 empleos generados. Hoy se consolidan como aliadas del Estado para asegurar el pago de impuestos.
Por Edgar Orlando Martínez Mendoza, Director Ejecutivo de la Cámara de Usuarios de Zonas Francas de la ANDI.
La privatización del régimen franco requería de la unión de intereses para promover y consolidar el mecanismo a nivel nacional e internacional. Por lo anterior, los operadores decidieron afiliarse a la ANDI y crear la Cámara de Usuarios de Zonas Francas.
Alineados con los objetivos estratégicos de la ANDI, la Cámara de Zonas Francas está pensada para cumplir con tres fines: el posicionamiento del sector entre actores públicos, privados y generadores de opinión; el fortalecimiento de la competitividad del régimen franco; y el logro de la estabilidad jurídica.
En ese sentido, este año se promovió la definición de las prórrogas del instrumento por 30 años más, con el fin de incentivar nuevas inversiones, y ahora tenemos como meta apoyar la revisión de las prórrogas para las Zonas Francas Especiales, a las que si bien se les otorgó la posibilidad de extender el régimen franco por 15 años más, en muchos casos los compromisos de inversión y empleos exigidos hacen inviable que se solicite la ampliación.
Este resulta ser un hecho destacable en el sector si te tiene en cuenta que estas prórrogas impulsarán nuevas inversiones en las zonas francas. Estimamos que a través de este modelo se generarán más de 400.000 empleos entre los próximos 5 a 10 años y se triplicarán las exportaciones de bienes y servicios. De hecho, en los últimos seis meses, las tasas de crecimiento de las exportaciones fluctúan entre el 40% y el 60% mensual, lo que muestra que las zonas francas terminan siendo un potente motor de comercio exterior.
Otro de los asuntos que permitirá potenciar este instrumento es el apoyo total del Gobierno Nacional a este modelo. Esto posibilitará consolidar a estas plataformas como la principal herramienta de comercio exterior del país y como política de Estado para asegurar la estabilidad jurídica a los inversionistas.
Desde la Cámara, adicionalmente, estaremos impulsando la asimetría entre las Zonas Francas y los Centros de Distribución Logística Internacional (CDLI) que se ubican en los puertos. Esto permitirá aprovechar los más de 10 millones de metros cuadrados disponibles que tienen hoy las zonas francas como plataformas de comercio internacional.
Vale la pena mencionar que existe un gran desconocimiento sobre el impacto de las zonas francas para la economía. De hecho, hasta marzo de este año, sus indicadores muestran un constante crecimiento: se han declarado 111 zonas francas, de las cuales 36 son parques multiempresariales; y cerca del 40% corresponde a zonas francas de servicios y el 13% a agroindustriales, mostrando, además, el uso de este instrumento para muchos otros sectores, como puertos, clínicas, petróleo, energía, call-centers, etc.
A lo anterior se suma que, hasta la fecha, se han creado 976 nuevas empresas en todo el país que reciben los incentivos fiscales y aduaneros del régimen franco y generan 164.000 empleos en los 19 departamentos donde se localizan estos proyectos. Además, las inversiones ascienden a $10 billones cada año y, hoy, la inversión efectiva acumulada representa una cifra de $53 billones.
Por los motivos expuestos, desde la Cámara seguiremos impulsando estudios económicos sobre los impactos que todos estos indicadores han tenido en la política económica y fiscal del país, para que actores públicos, privados, generadores de opinión, academia y medios de comunicación vean la importancia de las zonas francas para el país, reconociendo que son actores claves para controlar el flujo de mercancías y el pago de impuestos, y promover el aprovechamiento de los acuerdos comerciales.