La industria siderúrgica colombiana es fundamental para la vitalidad y el dinamismo de la economía. Por eso trabajamos día a día para entregar a los colombianos un producto de calidad que garantice la seguridad de todos.
Por María Juliana Ospina, Directora Ejecutiva del Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI.
No hay duda de que el sector siderúrgico es la columna vertebral para el desarrollo de la construcción y la competitividad del país. No solo porque las barras que fabrica funcionan como eje para las edificaciones y grandes obras de infraestructura, sino también porque se trata de una industria que genera 45.000 empleos directos e indirectos, aporta $72.000 millones en impuestos y representa, junto con la cadena metalmecánica, el 10,6% del producto interno bruto industrial.
Para la economía colombiana es fundamental la vitalidad y el dinamismo que genera este sector. Debido a su relevancia, en 2013 se conformó el Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI para agrupar a las cinco empresas productoras de acero: Acerías Paz del Río, Gerdau Diaco, Sidenal, Sidoc y Ternium, las cuales representan el 100% de la producción nacional.
Como representante de la industria siderúrgica, desde ese momento el Comité comenzó a trabajar para convertir al sector en un aliado estratégico del Gobierno Nacional, al igual que para fortalecer los lazos con grupos de interés y generar alianzas estratégicas que resultaran en encadenamientos profundos entre eslabones de la cadena productiva. La labor que hacemos día a día es una apuesta por el desarrollo de Colombia y por garantizar
la seguridad de los colombianos con un producto de calidad.
En ese sentido, se tienen proyectadas a 2020 inversiones por US$620 millones para la modernización de la industria y un crecimiento de 26% en la capacidad instalada. Por ejemplo, este año, Ternium pondrá en marcha el primer proyecto greenfield (construcción desde cero) en Palmar de Varela (Atlántico), el cual representa una inversión de $270.000 millones. Esto elevará la capacidad instalada del sector para abastecer la demanda de acero y soportar el crecimiento de la construcción, que actualmente está ejecutando inversiones en infraestructura 4G por una cifra superior a $40 billones.
Todo esto se hará teniendo la responsabilidad ambiental en el corazón del sector y con el ánimo de mantener nuestro posicionamiento como líderes en la implementación del modelo de economía circular. De hecho, las cinco siderúrgicas son las mayores recicladoras del país. Anualmente reciclan 1 millón de toneladas de chatarra y en sus procesos productivos se reutiliza el 91% del agua. Sin embargo, siempre queremos mejorar. De las inversiones proyectadas a 2020 mencionadas, US$60 millones han sido destinados para lograr un uso más eficiente de este recurso y US$100 millones en otros proyectos medioambientales.
Es clave tener en cuenta el contexto global de la última década para entender los retos que se están afrontando. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, que se agudizó en mayo de 2019, podría desviar en mayor medida la producción de acero del gigante asiático hacia el país, algo que ya viene ocurriendo desde marzo de 2018, cuando se anunciaron los aranceles de la Sección 232. No obstante, el trabajo que ha hecho el Comité, de la mano del Gobierno Nacional, permitió tomar medidas para evitar un impacto mayor de esta guerra comercial que reconfiguró el mercado global de acero.
Por lo anterior, 2019 se perfila como un año de estabilización para el sector, cuya producción de aceros largos ya mostró una recuperación del 7% durante los primeros cuatro meses del año. De la mano del sector de la construcción, que estará impulsado principalmente por la vivienda de interés social, la industria siderúrgica colombiana espera que el crecimiento se mantenga en el mediano plazo.
Hacia el futuro mantendremos altos niveles de inversión, que le permitan al país acelerar su crecimiento y fortalecer sus índices de competitividad. Esto, por medio de la generación de empleos dignos, la profundización de los procesos de investigación y desarrollo, y el cumplimiento estricto de los más altos estándares contenidos en las normas sismorresistentes aplicadas en Colombia. La industria productora de acero está preparada para apalancar las proyecciones de crecimiento y acompañar el desarrollo de nuestro país.