Bogotá, 1º de diciembre de 2020. La Cámara de Zonas Francas de la ANDI presentó el estudio el “Impacto Económico y Social del Régimen Franco”, en el cual se evidencia el aporte de este instrumento en la economía nacional, así como en la consolidación de estrategias de generación de empleo, atracción de inversión y reconversión industrial.

Una de las conclusiones del estudio elaborado por el Consorcio Araújo Ibarra, Hernando José Gómez y Gabriel Ibarra, para la cual se aplicó una encuesta a las 984 empresas instaladas en las zonas francas del país, es que el 62% de estas afirmó que la decisión de inversión dependió directamente de la existencia de este mecanismo.

Justamente con el fin de ahondar en los diferentes aspectos del estudio se llevó a cabo el webinar “Zonas francas: instrumento clave para la atracción y retención de inversión, la competitividad internacional y el Nearshoring", en el que participaron Bruce Mac Master, Presidente de la ANDI; Carlos Ignacio Gallego, Presidente de Nutresa y Martín Ibarra, Presidente de la firma Araujo Ibarra.

“Las zonas francas están llamadas a convertirse en el oasis de la competitividad del país para atraer inversión. Por eso es necesario mejorar las condiciones existentes, como es el caso del proteccionismo, la alta dispersión de aranceles, trámites, mano de obra, productividad y estabilidad jurídica a ojalá 30 años. En este camino un hito fundamental es la salida del decreto denominado ‘zonas francas 4.0’ que en buena hora el Gobierno sacó para comentarios”, señaló Mac Master.

El líder gremial agregó que este es el mejor momento para lograr que Colombia se vuelva un actor dinámico en la posible relocalización de las cadenas globales de valor, dado que hoy Colombia cuenta con 117 zonas francas, que representan el 20% de todas las constituidas en América Latina, en donde hay alrededor de 600.

Por otro lado, Martín Ibarra subrayó que actualmente las empresas del régimen franco producen más de 166.000 empleos en los 19 departamentos donde se localizan. No obstante, existe un alto potencial en esta materia, pues “Colombia puede generar más de 500.000 empleos si logramos tener las mejores condiciones de competitividad de la región con este nuevo decreto, eso sería un 1% del empleo en el país, que de hecho es una cifra conservadora comparándola con Honduras o Nicaragua en donde la proporción es del 3%”.

Uno de los ejemplos de cómo el régimen franco atrae inversión es el caso de Nutresa, compañía colombiana que en 2019 facturó $9,9 billones y cuyas ventas en el 38% de los casos tienen como destino el exterior. Esta firma actualmente se encuentra construyendo una planta de producción en la Zona Franca Tayrona de Santa Marta, para la cual se han destinado US$ 130 millones y se espera que el 70% de la producción salga del país en 2021, cuando empiecen a operar.

“Los productos de Nutresa hoy llegan a 74 países y contamos con 47 plantas de producción. Tomamos la decisión de creer en el país para este nuevo proyecto, pero es importante brindar mayor estabilidad jurídica para que más empresas se animen a hacerlo y así generar mayor desarrollo para el país. Cuando Nutresa piensa en Zonas Francas piensa en competitividad, accesos a cadenas regionales y globales de valor”, concluyó Gallego. 

Algunas de las conclusiones que contiene el estudio son las siguientes:

• 58 municipios con zonas francas aportan el 57% del valor agregado nacional.
• Se destaca la participación de Centro Oriente (incluido Bogotá) y del Pacífico que superan el promedio nacional.
• El Eje Cafetero y la Región Caribe están en un rango similar al del promedio del valor agregado de Colombia, aportado por los municipios con ZF.
• En el Huila, el municipio de Palermo, con una sola zona franca aporta el 43% del valor agregado del departamento.
• La balanza comercial de Colombia se ha mantenido deficitaria desde 2013, comportamiento que se mantiene para los últimos años. Caso contrario ocurre con la balanza comercial de todas las zonas francas en su conjunto, dado que en 2017 y 2018 presentan un superávit comercial. Inclusive, entre los dos últimos años las exportaciones de las zonas francas han aumentado 25%, mientras que las importaciones decrecen en un 17%; ampliando el superávit en 888 millones de dólares.

El 22% de las empresas en el régimen destina recursos a programas de Responsabilidad Social Empresarial y en 2018, por ejemplo, se invirtieron $122.000 millones en este rubro.