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agosto 14 de 2021
Articulación público-privada: fundamental en el cierre de brechas de género

Según el DANE, en las ciudades las mujeres invierten 10,32 horas diarias en actividades de trabajo no remunerado, mientras que los hombres destinan 4,36 horas a lo mismo.

Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) estamos convencidos de que reconocer el rol y la importancia de las mujeres en el sector productivo es una de las tareas más urgentes que tenemos como sociedad, y por eso trabajamos día a día y en conjunto con nuestros afiliados para contribuir con el cierre de las brechas de pobreza y género.

Las cifras que evidencian estas grietas en materia de equidad de género son contundentes e, indudablemente, uno de los impactos económicos más notables del COVID-19 ha sido la profundización de estas brechas. 2020 fue un año de retroceso en términos de empleo en Colombia y mucho más para las mujeres. Mientras que la tasa de desempleo masculina terminó el año en 12,8 %, la tasa de desempleo femenina alcanzó niveles inesperados de casi un 21 % en promedio1.Así mismo, los números son preocupantes frente a las mujeres que salieron del mercado laboral y se dedicaron a los oficios del hogar. Según los últimos resultados de la Encuesta Nacional de Uso de Tiempo del DANE (periodo septiembre a diciembre de 2020), en las ciudades y zonas urbanas las mujeres invierten 10,32 horas diarias en actividades de trabajo no remunerado, mientras los hombres, 4,36 horas. A la vez que los hombres destinan 9,28 horas en actividades de trabajo pago al día y las mujeres 8,13 horas, lo cual impacta directamente su capacidad de desarrollar sus proyectos de vida de manera libre, y cuya brecha es mucho más amplia en las zonas rurales.

En este sentido, la ANDI ha reconocido la importancia de profundizar en el concepto de la economía del cuidado. “Definitivamente, el país necesita estrategias público-privadas que estimulen una recuperación del empleo desde un punto de vista de inclusión y flexibilidad, y donde, sin lugar a dudas, la equidad de género sea una de las prioridades”2.

En Bogotá ya hemos empezado la tarea de contribuir al fortalecimiento del tejido social de la ciudad y de aportar a la economía del cuidado.

La Seccional Bogotá - Cundinamarca - Boyacá de la ANDI consolidó una alianza con la Alcaldía de Bogotá con el fin de ser un actor relevante en la estrategia del Sistema Distrital de Cuidado, para de esta manera llevar oferta de servicios del sector privado a localidades de Bogotá, en las cuales las mujeres tienen una carga de cuidado del hogar significativamente mayor que los hombres. Lo anterior para lograr reducir y redistribuir el tiempo de trabajo en labores no remuneradas. Uno de los primeros resultados de esta alianza se dio en la Manzana de Cuidado de la localidad de Usme. Allí, la Seccional tuvo un rol fundamental en la articulación de la oferta del sector privado y, con el apoyo de Whirlpool, dotó la primera lavandería comunitaria del Sistema Distrital de Cuidado. Esta promete ser un referente para las manzanas de cuidado futuras, dada su relevancia para la redistribución de tiempo y simplificar algunas labores para las mujeres de diferentes localidades, quienes actualmente realizan esta tarea de forma manual.

La lavandería beneficiará a 850 familias de la localidad de Usme, que se caracterizan por ser hogares con jefatura de mujer o con madres cabeza de hogar. En este orden de ideas, la reducción de horas que actualmente las mujeres dedican al lavado de la ropa a mano, la podrán invertir en mejorar su calidad de vida, en su formación y en su aprendizaje, y esto las apoyará para que desarrollen su proyecto de vida.

Este, sin duda, es un paso importante en el camino de concebir acciones e iniciativas que aboguen por la consolidación de escenarios oportunos para aportar a sociedades prósperas, equitativas e incluyentes. Los empresarios bogotanos han reafirmado su compromiso y su interés por trabajar de forma articulada con las entidades públicas, privadas y otras organizaciones, para que cada vez más las mujeres cuenten son soluciones prácticas y tangibles que les permitan
ingresar en el mercado laboral y capacitarse en estructuras asociativas y de emprendimientos de largo plazo, y de esta forma erradicar progresivamente las barreras que imponen las brechas de equidad y género.