Bogotá, 3 de octubre de 2022. En el marco de la presentación del lanzamiento del Global Innovation Index 2022, organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Alejandro Olaya, Gerente de Innovación y Emprendimiento de la ANDI, destacó la recuperación que registró Colombia en el 2022, en la mencionada medición, tras haber retrocedido entre 2019 y 2021.
“En los resultados del Índice Global de Innovación Colombia ocupó el puesto 63 dentro de las 132 economías evaluadas y el puesto cuarto país dentro de las 18 económicas evaluadas en América Latina y el Caribe. Escalando así cuatro puestos respecto al año 2021. Este ranking, realizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI - WIPO), captura las facetas multidimensionales de la innovación y proporciona las herramientas que pueden ayudar a adaptar las políticas para promover el crecimiento a largo plazo, la productividad mejorada y el crecimiento del empleo”, explicó Olaya.
Así mismo, destacó que este tipo de estudios proporcionan claridad a los encargados de tomar decisiones dentro del gobierno, las empresas y otros lugares; en especial a los encargos de diseñar las políticas públicas, para que permitan tener un entorno habilitador de Innovación, que conceda a sus habitantes la posibilidad de inventar y crear de manera más eficiente.
“Desde la ANDI acompañamos, motivamos y medimos a las empresas afiliadas la Asociación en sus estrategias de innovación, por lo que también hemos desarrollado el Ranking de Innovación Empresarial, que ya cumplió seis ediciones, en el que nos hemos centrado en estudiar a las empresas que sí tienen actividad innovadora, entendiendo que el 75% de las empresas no la tienen en el país; para entender las dinámicas y plantear soluciones a los retos que se pueden presentar”, agregó Olaya.
Dentro de los retos para innovar en Colombia están el de crear una cultura al interior de las empresas que les permita innovar de una manera sistemática; la falta de tiempo del personal encargado de ejercer este tipo de actividades, ya que usualmente tienen otras labores encargadas y el compromiso de los directivos con los objetivos de innovación. A nivel externo, está el complejo acceso a los instrumentos de financiación, la excesiva regulación y las dificultades de relacionamiento con los centros de investigación.
“La innovación, además de ser una práctica empresarial que ayuda a las empresas a generar nuevos productos y servicios para generar valor a los clientes, se ha convertido en una herramienta poderosa para responder a los grandes desafíos sociales y ambientales que tenemos en el país. Invitamos a las empresas que aún no están innovando en el país a que lo hagan. Pues hemos observado que, por cada peso invertido en innovación, las empresas ganan tres pesos. Adicionalmente, construir el futuro sostenible que todos deseamos, requerirá altas dosis de innovación, nuevos conocimientos y gran espíritu emprendedor, por lo que debemos unir fuerzas, conocimientos e iniciativas”, concluyó Olaya.