El DANE acaba de divulgar los datos del Índice de Seguimiento Económico para agosto de 2024, reportando un crecimiento de este indicador de 2,0% comparado con el año anterior.
Al evaluar el crecimiento en el mes de agosto encontramos que las actividades primarias se destacan con un crecimiento del 3,5%. Le siguen por su buena dinámica los servicios, con un crecimiento de 2,4%, resaltando el aumento del comercio (3,3%) luego de tener un comportamiento bastante modesto a lo largo de 2024. También se destaca el incremento de las actividades financieras y de seguros (3,0%) y administración pública, educación, salud y entrenamiento (2,8%). Por otro lado, las menores tasas se dan en las actividades secundarias que incluyen industria y comercio, que registraron una variación negativa de -1,4% frente a agosto de 2023.
Para el año corrido hasta agosto, el Índice de Seguimiento de la Economía arroja una tasa del 1,9%, impulsado en buena parte por las actividades primarias (4,2%), seguido de actividades terciarias (2,2%). Por su parte, las actividades secundarias, que incluye industria y construcción, ajustan 17 meses en terreno negativo, registrando una variación para el periodo enero-agosto de 2024 de -1,7%.
A pesar de que sin duda es un buen indicador el hecho de contar con dos meses en cifras positivas en el ISE luego de la caída del mes de junio, es importante tener en cuenta que el crecimiento de diferentes sectores se podría ver afectado con los debates de la reforma laboral y de salud en el congreso ya que durante todo el trámite, se han ignorado los efectos de las mismas de manera especial en la generación de empleo, la actividad en la industria manufacturera, el comercio, construcción y el sector de alojamiento y servicios de comida, lo mismo que los efectos fiscales de la reforma, lo mismo que los posibles efectos efectos sobre pacientes y su atención.
Es importante reiterar que un crecimiento entre enero y agosto de la economía del 1,9% sigue siendo insuficiente para las necesidades económicas y sociales que enfrenta el país. Se debe promover un entorno de confianza con reglas de juego claras que favorezca la inversión e impulsar una estrategia de crecimiento a largo plazo.