Bogotá, agosto 15 de 2025
El Dane acaba de divulgar los datos del PIB para el segundo trimestre de 2025, registrando una tasa de 2,1%. En el mismo periodo del año anterior, el crecimiento económico fue de 1,7%.
Para el segundo trimestre de 2025, los sectores que registraron un mayor dinamismo económico fueron: actividades artísticas, de entretenimiento y recreación (7,5%); comercio, transporte y alojamiento (5,6%) y el agropecuario (3,8%). Por lo contrario, se registran caídas en minería (-10,2%) y construcción (-3,5%).
En el caso de la industria, si bien tuvo un crecimiento positivo tanto en el primero como en el segundo trimestre de 2025 con tasas de 1,4% y 0,9% respectivamente, aún se mantiene con un nivel muy por debajo al crecimiento de la economía en general.
Por el lado del gasto, la demanda interna crece 4,2% para el segundo trimestre de 2025, impulsada por el consumo de hogares que crece 3,7% y el consumo del gobierno que aumenta 3,9%. Por el lado de la inversión, la formación bruta de capital creció 6,4%. Es importante mencionar que el indicador más preciso sobre formación de capacidad productiva es la formación bruta de capital fijo, la cual solamente crece 1,7%.
Para la ANDI, al realizar un análisis más detallado, se identifica que hay sectores en la economía que vienen rezagados de varios trimestres atrás. Por ejemplo, el sector de minas y canteras ha registrado tasas negativas por un año y medio, afectando el comportamiento del suministro de electricidad, gas y agua, y aumentando la incertidumbre en el abastecimiento de los recursos minero-energéticos.
Adicional, el sector de la construcción, específicamente la construcción de edificaciones se ha visto afectado entre otras cosas, por la suspensión del programa Mi Casa Ya; y las grandes obras de infraestructura, las cuales registran tasas positivas, crecen principalmente por el proyecto de la primera línea del metro de Bogotá. Es importante mencionar que el sector de la construcción dinamiza la economía a través de los encadenamientos productivos y a su vez, es un alto generador de empleo.
“Hay retos como continuar mejorando la calidad del empleo, ya que si bien, ha venido disminuyendo la tasa de desempleo, esto ha sido por la actividad por cuenta propia es la que más crece, y por lo tanto persiste el problema de la informalidad. Así mismo, la tasa de política monetaria del Banco de la República ha estado inalterada desde mayo, ubicándose en 9,25%. Esto se debe a que la inflación, a pesar de que se ha venido moderando, no ha sido al ritmo esperado. Adicional, el desajuste fiscal, la alta volatilidad de la tasa de cambio y la incertidumbre sigue generando presiones inflacionarias. Lo anterior, se ve reflejado en menores niveles de inversión, lo que compromete el crecimiento futuro”, comenta Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.