Un Sistema Logístico Nacional más eficiente requiere del trabajo conjunto de los sectores público y privado. Estas son las claves para optimizar procesos.
La incidencia de los costos logísticos es cercana al 15% del valor total del pro-ducto, por lo que las estrategias encaminadas a disminuir el rubro principal de estos –como lo es la distribución física internacional, que compone cerca del 40% del costo logístico– logran impactos positivos a través de la coordinación y el uso eficiente de la infraestructura de transporte.
Diversas iniciativas que se encaminan hacia la coordinación de entidades públicas y priva-das en el uso eficiente de las infraestructuras para la integración económica y social han permitido implementar el concepto de eficiencia en el transporte. Una de ellas es el Proyecto Mesoamérica (en el que el sector transporte concentra el 65,8% de las inversiones históricas contenidas en el conjunto de proyectos). En Colombia, una iniciativa similar se viene desarrollando a través del conjunto de proyectos 4G, el Plan Maestro de Transporte Intermodal y el programa ‘Vías para la Equidad’, dirigido a la construcción de vías secundarias y terciarias, que requieren movilizar recursos cercanos a los $100 billones entre 2015 y 2035 para la consolidación de corredores logísticos estratégicos origen-destino que conecten el agro, los puertos y los centros de producción y consumo en las ciudades.
Así las cosas, de acuerdo con el Conpes 3547 de 2008, el Sistema Logístico Nacional (SLN) se concibe como la sinergia de los involucrados en la adquisición, movimiento, almacenamiento y control de mercancías, considerando como subsistemas a las plataformas y corredores logísticos. Una visión ampliada dirige entonces el alcance a los ámbitos de institucionalidad, información y buenas prácticas, a través de la apropiación por parte de los sectores privado y público de la estrategia, las metodologías, los procedimientos y las herramientas que buscan la eficiencia y competitividad del sistema.
El fortalecimiento de los flujos que intervienen en la eficiencia logística se ha venido implementando en los últimos dos años a través de los productos elaborados por la Misión de Logística y Comercio Exterior y el Plan Maestro de Transporte Multimodal (Fases I y II). De implementarse las recomendaciones consignadas en materia de articulación multimodal en los corredores logísticos, en conjunto con las estrategias para la facilitación del comercio, los costos de transporte totales pueden disminuir entre el 30% y el 60%.
Sobre el SLN y las directrices plasmadas para la eficiencia logística, cabe destacar las estrategias concebidas entre el sector público y privado, su línea de trabajo y las acciones e impactos identificados. Algunas de estas acciones, sumadas a la gestión logística y a la planificación estructurada han permitido que Colombia haya dado el gran salto en el Índice de Desempeño Logístico (LPI) del Banco Mundial, pasando de la posición 94 en el 2016 a la 58 en el reporte del 2018.
Todo lo anterior permitirá en un futuro cercano incidir en la eficiencia y la competitividad en costos, calidad del servicio y cumplimiento en los principales indicadores logísticos para posicionar estratégicamente a Colombia en el comercio globalizado.
El desarrollo de los lineamientos implícitos en el SLN necesita del constante compromiso y trabajo articulado de los sectores público y privado para dotar de eficiencia a la infraestructura y, sobre todo, a los procesos de optimización logística que sobre ella se desarrollan.
Los componentes de tecnología y mejora del capital humano permiten el fortalecimiento de los lazos empresariales y las sinergias para el establecimiento de mejores prácticas en la cadena de suministro, pudiendo optimizar el alcance de las iniciativas convergentes con la política nacional logística, a través de espacios de decisión en el Gobierno como el Comité Nacional de Logística.