Transcurren días definitivos para el Plan Nacional de Desarrollo (PND), Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad, la hoja de ruta que definirá la estrategia de desarrollo para los próximos cuatro años. Lo ideal es que trascienda los gobiernos y en el país nos apropiemos de una verdadera visión de mediano y largo plazo.
Bruce Mac Master
Presidente de la ANDI
Podemos decir que Colombia está a medio camino en el avance de su desarrollo económico y social, lo que significa que se debe ir más allá a partir de los importantes logros alcanzados en materia social y los niveles de crecimiento en la economía, los cuales permiten ver el futuro con optimismo.
Este Plan nos debe impulsar hacia ese objetivo: avanzar en el camino del desarrollo para continuar fortaleciendo el aparato productivo, generar mayor riqueza y bienestar para los ciudadanos.
“Pacto por Colombia, pacto por la equidad” plantea al país seis grandes desafíos: aumentar la productividad, mejorar la conectividad, atender las demandas sociales de una clase media creciente, amortiguar la vulnerabilidad ambiental, reducir la desigualdad regional y atacar la economía ilegal.
Desde la perspectiva empresarial estos seis pilares resumen los retos que el país no puede aplazar. Siempre hemos hablado de motores de crecimiento, sin embargo, si no logramos un verdadero avance en productividad, sostenibilidad y equidad difícilmente podemos pensar en un verdadero desarrollo. Igualmente, la productividad, la formalización y la simplificación de trámites que permitan darle impulso al sector productivo están contemplados en el documento.
De otra parte, se destaca la planeación estratégica del país alrededor de pactos. Se trata de una innovación que conlleva ambiciosos retos. Los pactos, como su nombre lo indica, hacen referencia a acuerdos entre las partes involucradas por lo cual ha sido necesario consultar a los actores.
Es importante destacar, como un aspecto muy positivo, la introducción de la política social moderna donde el énfasis se centra en la creación de oportunidades de mercado para las clases más vulnerables. Se trata de una política más sostenible, con un claro impacto multiplicador y con la posibilidad de generar bienestar que se mantenga en el tiempo para las poblaciones.
Consideramos que la planeación estratégica del país alrededor de pactos constituye una innovación frente a los planes de desarrollo anteriores, pero también implica exigencias adicionales. Al respecto es muy importante definir el mecanismo de coordinación entre pactos e instituciones.
De otra parte, en las bases del Plan se hace referencia a la importancia de incorporar el análisis de impacto normativo, aspecto que es una recomendación de buena práctica por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). No obstante, este tema no quedó incluido como obligatorio, por lo cual debería revisarse.
Por otro lado, es importante detenernos en el artículo 35 que propone unificar el presupuesto en el Ministerio de Hacienda. Actualmente este ministerio administra el presupuesto de funcionamiento y de inversión, en tanto que el DNP coordina y elabora el presupuesto de inversión.
Para la ANDI esta propuesta resulta inconveniente por múltiples razones. Si el DNP deja de administrar el presupuesto de inversión, perderá una de sus herramientas fundamentales en la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo y en estas circunstancias cabría preguntarse si también el país estaría perdiendo una visión de mediano y largo plazo.
También surge el interrogante sobre cómo se abordarán las necesidades regionales. El DNP ha adquirido un importante conocimiento de la territorialidad colombiana que le permite planear la inversión teniendo en cuenta la diversidad geográfica y necesidades de las diferentes regiones del país. Y, no menos importante, sería no aprovechar la capacidad técnica que se ha formado durante muchos años en el DNP.
Con todo, nuestra opinión es que debe primar la inversión por proyectos estratégicos planeados para el largo plazo y transversales, en lugar de tomarnos el riesgo de que las inversiones se conviertan en una herramienta de ajuste fiscal de corto plazo.
Colombia debe dar pasos más grandes hacia la ruta del desarrollo, por lo mismo este Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad debe ser un verdadero acuerdo entre los colombianos, que nos conduzca a alcanzar las metas propuestas y continuar una senda de crecimiento.