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marzo 22 de 2019
Movilidad sostenible: un reto para la competitividad

Las buenas prácticas en la negociación de transporte no solo tienen un impacto en la competitividad empresarial, también repercuten en la protección del medio ambiente.

Édgar Octavio Higuera Gómez
Gerente de Logística Transporte e Infraestructura de la ANDI

La ANDI promueve un modelo de buenas prácticas en la negociación del transporte entre los generadores de carga y las empresas de transporte, así como con los operadores de equipos, que incluya unas relaciones económicas basadas en confianza y productividad, que busque relaciones comerciales perdurables en el tiempo y que contribuya a generar estabilidad laboral, alianzas productivas y competitividad empresarial.

Entre los elementos que se han identificado en el sector privado y que constituyen las condiciones de eficiencia para la operación de transporte, se destaca la contratación de empresas de transporte legalmente constituidas, que demuestren su calidad de gestión administrativa y financiera, que cuenten con programas de innovación tecnológica para la optimización operativa y que tengan un amplio conocimiento del sector.

A esto se suma la importancia de la utilización de equipos de transporte amigables con el medio ambiente, preferiblemente con certificación de huella de carbono. Teniendo en cuenta que alrededor del 58% de los vehículos de carga tienen más de 10 años de antigüedad y la edad promedio del parque automotor en Colombia es de 21 años, se destaca la nueva política de incentivos tributarios y de exención de IVA, que es una oportunidad para la modernización de vehículos.

De igual forma, los acuerdos de negociación comercial y operativa deberán considerar la experticia en el manejo de la carga, así como criterios técnicos, logísticos y de eficiencia. También deben contar con una evaluación del tipo de carga, tener costos por rutas, ofertar el equipo adecuado y emplear índices de costos –por ejemplo, el Índice de Costos del Transporte de Carga por Carretera (ICTC)– como referente para la negociación de fletes.

El remitente, el transportador y el receptor de la carga deben contar con un proceso operativo que controle los procedimientos, y cada actor debe ser eficiente en todas las etapas: el generador, planificando y entregando la carga en condiciones de embalaje adecuados; el transportador, proporcionando el medio de transporte, según los requerimientos de la carga; y, en el destino final, el receptor, teniendo las condiciones adecuadas para la entrega de la carga que faciliten dar cumplimiento al servicio. Se recomienda hacer uso, en lo posible, de facturas electrónicas y pagos en línea para optimizar cada uno de estos procesos, así como de tecnologías y sistemas de información georreferenciados que faciliten la trazabilidad y el control de rutas de los vehículos.

En general, corresponde tanto a los generadores de carga como a las empresas de transporte y propietarios de equipos trabajar conjuntamente en la mejora continua de los niveles del servicio para la optimización de equipos, en busca de acrecentar la rentabilidad con equilibrio económico.

Modelos de colaboración
La evolución de la responsabilidad de las partes que intervienen en la relación contractual debe estar apoyada en modelos de colaboración que incidan en la cadena de valor del producto transportado como un elemento más de su producción y puesta en el mercado, ya esto que afectará de cierta forma la percepción del consumidor final.

Quienes confluyen en este acuerdo de buenas prácticas –generador de carga, empresa de transporte y operador logístico– deben acatar una serie de principios rectores y asumir que en la contratación de los servicios cada parte contratante debe conocer los componentes de partida de su interlocutor comercial de forma eficiente. Esto, con el fin de que todos los afectados por los servicios concertados obtengan ventajas relacionadas con la explotación eficiente de los recursos (transportista), una mejor estructura de costes (generador), mejores precios en la adquisición del transporte y capacidad de elección de productos con precios más reducidos (consumidor), logrando así el beneficio social de una mayor estabilidad de los suministros, la reducción de la contaminación atmosférica y un menor tráfico como consecuencia del mejor aprovechamiento de la capacidad de carga de los vehículos de transporte de mercancías.

Otros principios fundamentales para la construcción del acuerdo y el desarrollo de relaciones estables entre los miembros de la cadena, que son relativos a la existencia de contrapartidas racionales en las transacciones comerciales entre las partes, deben contemplar similares condiciones en la negociación de servicios de transporte: transparencia en las negociaciones, interacción entre las partes, calidad en la realización de los servicios de transporte, arbitraje y legalidad.