Por: Jaime Concha, Vicepresidente de Minería, Hidrocarburos y Energía 

Apartir del 2000, la industria minero-energética se empieza a consolidar en el país como un jugador importante en materia de participación del PIB, recursos fiscales, generación de divisas a través de sus exportaciones e inversión extranjera. Es así como, a finales de 2008, la ANDI suscribe un contrato con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) con el objetivo de identificar la demanda de los bienes y servicios asociados al sector, así como la oferta de los mismos por parte del sector privado, para aprovechar y generar mayores encadenamientos y competitividad en la cadena.

Este estudio inicia con una agenda de articulación entre sectores ANDI y el sector minero-energético. Para ese entonces, la ANDI ya contaba con la Cámara Asomineros, que agrupaba a las principales empresas mineras del país, así como con la Cámara de Grandes Consumidores de Energía y Gas, que integraba a las empresas que representan en demanda industrial el 75% del gas y el 40% de la energía.

Este reconocimiento a la importancia del sector, sumado a la solicitud de algunos afiliados, hace que en junio de 2012 se cree la Vicepresidencia de Minería, Hidrocarburos y Energía en la ANDI.

En 2014, los tres gremios de minería –la Cámara Asomineros de la ANDI, la Cámara Colombiana de Minería y el Sector de Minería a Gran Escala– se fusionan en la Asociación Colombiana de Minería (ACM), y a partir de 2015 se inicia una reestructuración de la Vicepresidencia para dar respuesta a estas nuevas realidades, así como a la Planeación Estratégica definida por la ANDI.

Es así como la Vicepresidencia se convierte en un articulador de las empresas del sector minero-energético para que aprovechen los servicios transversales de la ANDI, especialmente en materia ambiental, jurídica y social, temas en los que la agremiación integra una visión colectiva y transversal alineada a las prioridades del país, que ha merecido un posicionamiento reconocido.

Esta dependencia también se ha convertido en el escenario de conversación y generación de acuerdos entre los diferentes sectores y eslabones que están representados en la ANDI, con sus respectivas posiciones e intereses, demostrando que es posible llegar a acuerdos de cadena y que muchos de los problemas no son exclusivos de un sector, sino que son propios del empresariado colombiano, por lo que el trabajo conjunto y la posibilidad de intercambiar experiencias con otros sectores generan un valor agregado importante a los empresarios del sector.

Acorde con el Plan Estratégico de la ANDI, la Vicepresidencia de Minería, Hidrocarburos y Energía se concentra en cinco pilares estratégicos, en los que las principales actividades son:

Reposicionamiento del papel de la empresa

La Vicepresidencia estudia y destaca permanentemente la importancia del sector para el país y desarrolla una serie de eventos a lo largo del año para mostrar las mejores prácticas de los empresarios de la industria, para articularlos y encadenarlos con empresarios de otros sectores y, por supuesto, para hacer visibles sus propuestas y necesidades.

El más importante se realiza en Cartagena durante el primer trimestre del año y es reconocido como Colombia Genera. Pero también realizamos la Feria ANDI, escenario en donde el sector tiene una presencia importante, así como el evento de transición energética y cambio climático, en donde se articulan los desarrollos en materia de eficiencia energética, energías renovables no convencionales, cambio climático, agua y sostenibilidad. También es importante para este pilar el trabajo que desarrollamos para la gestión empresarial de biodiversidad.

Crecimiento de los sectores representados

En esta materia trabajamos en compañía de la Vicepresidencia de Desarrollo Económico y Competitividad, y la principal acción se centra en las ruedas de negocios que acompañan especialmente a Colombia Genera y la Feria ANDI, cuyo centro, más que la exposición, es una rueda de relacionamiento permanente que genera oportunidades de negocio, así como un área de despiece tecnológico, en donde los grandes proyectos del sector muestran partes y piezas de sus proyectos que consideran pueden ser fabricadas por productores nacionales, logrando generar un mayor valor agregado en el país. 

Competitividad

En esta área vale la pena destacar dos mesas de trabajo: la de energía y gas, y la de movilidad sostenible. Allí todos los eslabones de la cadena se ponen de acuerdo en estrategias y propuestas para hacer a Colombia más competitiva desde el punto de vista energético, así como para avanzar rápidamente a un transporte de bajas emisiones. Lo interesante es que es un espacio de discusión de diferentes visiones e intereses, en donde se logran acuerdos de cadena.

Certidumbre jurídica

Para ello, la Vicepresidencia trabaja en conjunto con la Vicepresidencia Jurídica para lograr una institucionalidad para la competitividad, hacer seguimiento a las iniciativas legislativas y pronunciarse ante las altas cortes, que permanentemente están trabajando y generando jurisprudencia sobre las reglas de juego del sector.

Igualmente, hay un trabajo permanente a través de una mesa de facilitación de trámites, en la que estamos trabajando actualmente temas como: reglamentación de la contratación del sector en las regiones, obras por impuestos, obras por regalías, trámites ante el ICAHN, consulta previa y agenda ANH. También, en el Comité Ambiental Minero-energético, se trabajan temas de certidumbre jurídica como: Agenda ANLA y marco de evaluación de impacto ambiental, levantamiento de vedas y POMCA de la sabana de Bogotá, entre muchos otros.

Desarrollo social y sostenible

Hemos obtenido importantes avances y logros en esta materia, que se trabaja de la mano de la Vicepresidencia de Sostenibilidad de la ANDI, especialmente en materia de ordenamiento y biodiversidad, en donde hemos logrado definir las zonas compatibles con la minería en la sabana de Bogotá, trabajo que continúa con la compatibilidad del sector minero-energético en el POMCA del río Bogotá y que nos ha permitido construir lineamientos en conjunto con el Centro Nacional del Agua para los POMCA de otras regiones.

Igualmente, este trabajo nos ha permitido impulsar escenarios de trabajo regional con las reservas de la sociedad civil, en donde, a través de la identificación de intereses comunes, hemos articulado al sector con las mismas, demostrando que es posible la coexistencia y el trabajo conjunto de diferentes sectores e intereses.

En Putumayo estamos trabajando, en conjunto con Ecopetrol, Gran Tierra, Amerisur, Instituto von Humboldt, Parques Nacionales, Corpoamazonia e Instituto Sinchi, en la conectividad ambiental y social en la cuenca alta del Putumayo, en donde no solo se está recuperando el corredor de biodiversidad Andes-Amazonia, sino que también se avanza en el primer corredor de turismo de naturaleza como modelo: Petróleo-Turismo, con la vinculación del sector petrolero (diplomados, ciencia participativa y publicaciones). Se está trabajando igualmente en el monitoreo de biodiversidad en la región entre petroleras, institutos de investigación y comunidades, y se están desarrollando esquemas productivos a partir de la biodiversidad (mariposas, asaí y aves), entre otros temas.

En el Caribe, en compañía del Instituto von Humboldt, Parques Nacionales, USAID, FAO, ISA, Promigas y Spec, se está desarrollando un proyecto similar para la conectividad entre el canal del Dique y Montes de María. La apuesta integra el apoyo al SFF Corchal Mono Hernández (restauración de 11,5 km de canales naturales) y SFF Los Colorados (saneamiento y restauración de cerca de 338 hectáreas). Se trabajará, además, en la implementación del plan de manejo de la Reserva Coraza (6.700 hectáreas de bosque seco tropical) y se promoverán inversiones empresariales agregadas, favoreciendo la certidumbre empresarial y la planeación sectorial. Igualmente se fortalecerá el SILAP, con 26 nuevas Reservas Naturales de la Sociedad Civil y 1.000 hectáreas de bosque seco tropical.

Este trabajo regional ha servido también para crear instrumentos y generar reglas apropiadas, como es el caso de las compensaciones de proyectos lineales, que tienen realidades muy diferentes a los proyectos que se encuentran en un solo lugar.

El trabajo de desarrollo sostenible también ha permitido avanzar en competitividad a través del mejoramiento de trámites y la incidencia en instrumentos de política como: • Política Ambiental para la Cadena Productiva del Carbón (PACC).

• Nueva norma de cambios menores en las licencias ambientales del sector minero (Resolución 1259 de 2018 del Ministerio de Ambiente).

• Presentación del Manual de Compensaciones Bióticas, instrumento ambiental que incorpora recomendaciones de la ANDI y sus empresas. Esta nueva versión promoverá inversiones ambientales más eficientes, agregadas y de mayor impacto regional.

• A través de su iniciativa Biodiversidad y Desarrollo impulsaron la aclaración del marco jurídico del Manual de Compensaciones Bióticas, ampliando el régimen de transición para que los proyectos con licencias adquiridas antes de este manual puedan acogerse (Resolución 1428 de 2018 del Ministerio de Ambiente).

• Publicación de los lineamientos para la gestión efectiva de compensaciones bióticas en proyectos lineales (vías, líneas eléctricas y ductos). • Impulso a la agenda de sustancias químicas.

• Acompañamiento al nuevo estándar de emisión para las fuentes fijas.

• Implementación de plan de trabajo en el esquema “Estado simple, Colombia ágil”, de la mano del Ministerio de Comercio, el Ministerio de Ambiente y la ANLA.

• Seguimiento e implementación del plan de mejora al trámite del levantamiento parcial de veda nacional y regional de especies vegetales.

A partir de este año estamos desarrollando una agenda ANLA-ANDI con visión 2022 frente a temas como: planeación, gestión de conocimiento, estandarización de procesos, desempeño ambiental empresarial y entorno. A la fecha, se ha avanzado en espacios de formación alrededor de instrumentos de licenciamiento ambiental, cambios menores, estandarización de impactos y fichas de manejo, estandarización de permisos ambientales, lineamientos para inversión del 1%, y estrategias conjuntas de compensación ambiental, entre otros.

Esta agenda ha permitido que, día a día, un mayor número de empresas del sector minero-energético se sumen a la ANDI, contando hoy con más de 90 empresas del sector y generando una mayor representatividad en varios de los eslabones de la cadena.

Sin duda el reto hacia futuro está en consolidar y escalar el trabajo regional y promover esquemas de cadena y de colectividad entre las empresas del sector y con otros sectores, de forma que se generen mejores y mayores beneficios en las regiones donde nuestras empresas operan, por lo que el trabajo articulado con nuestras seccionales, esquemas colectivos de empresas y fortalecimiento institucional son las prioridades hacia adelante.