La gestión aduanera está atravesando distintas transformaciones a nivel normativo y tecnológico que son positivas para el país y se espera que logren permear cada vez más los niveles administrativos de la DIAN.
El impulso a la competitividad nacional parte de la premisa de que todos los actores en torno a la operación de los negocios deben mejorar su desempeño, de forma tal que la agregación de los factores crea un sistema más costo-eficiente. Desde el punto de vista de la optimización de la logística internacional como aspecto clave de la competitividad país, la gestión aduanera en Colombia tiene una importancia central, puesto que de ella depende la simplificación de las formalidades, la rapidez de la atención a los usuarios y el nivel de transparencia.
La gestión aduanera está atravesando distintas transformaciones a nivel normativo y tecnológico, positivas para el país, y se espera que logren permear cada vez más los niveles administrativos de la DIAN. En primer lugar, la autoridad aduanera ha tomado como política el fortalecimiento de la seguridad jurídica desde el punto de vista de la regulación aduanera. Entre 2016 y 2019 existieron distintas dificultades asociadas al solapamiento de normas, como fueron los decretos 2685 de 1999, 360 de 2016 y 349 de 2018. Por esta razón, en los procesos de importación y exportación se generaban controversias por la aplicabilidad del articulado, produciendo demoras y reprocesos durante la realización de los trámites que cada operación requiere.
El principal avance frente a esta situación se concretó con la expedición del Decreto 1165 de 2019, a través del cual se derogaron los actos administrativos mencionados, se armonizó y unificó un marco jurídico estable para las operaciones de comercio exterior, en el que se incorporó la reglamentación aduanera de las zonas francas que previamente estaba consolidada en los títulos II y III del Decreto 2147 de 2016. Sin embargo, en esta oportunidad es pertinente resaltar que, con la reciente expedición del Decreto 360 de 2021, modificatorio del Decreto 1165 de 2019, se observó que se complementaron los avances previos con cambios en torno a la facilitación al comercio, el fortalecimiento de la administración del riesgo y, claro está, la jerarquía de las normas.
Desde el punto de vista de la facilitación al comercio hay ajustes importantes en el régimen de aduanas. Por ejemplo, la habilitación para presentar por medios electrónicos los documentos soporte de las declaraciones de importación o exportación, según corresponda, incorporada en las modificaciones a los artículos 177 y 349 al Decreto 1165 de 2019. Este proceso de digitalización documental es uno de los puntos de mayor trascendencia en el marco de la transformación institucional de la DIAN y se conjuga con la modernización informática de la cual hablaremos más adelante.
En la misma línea, la norma busca impulsar el uso de las declaraciones anticipadas de forma voluntaria, permitiendo que los usuarios puedan adelantar la consolidación y presentación de los documentos soporte de la importación previo a la llegada de medio de transporte al puerto, y así optimizar los tiempos de desaduanamiento. Esta es una apuesta por incorporar mecanismos internacionalmente utilizados que requieren del compromiso de los usuarios aduaneros, quienes deben realizar algunos ajustes administrativos, pero que también observan los resultados favorables del aprovechamiento de este mecanismo. Específicamente, el Decreto 360 de 2021, en conjunto con la Resolución 39 de 2021, modificatoria de la Resolución 46 de 2019, elimina el término de presentación máximo de 15 días y permite, también, que las industrias de transformación o ensamble opten por presentar declaración anticipada.
Otra característica de la norma es que facilita la exportación por tráfico postal y envíos expresos, eliminando los requisitos de valor de USD$5.000 y cantidad para habilitar la exportación de mercancías bajo esta modalidad. Se busca incentivar con ello el comercio electrónico de mercancías y el fortalecimiento de esta modalidad, el cual ha aumentado su demanda en la actualidad.
Por otra parte, en términos del fortalecimiento del esquema de administración del riesgo se observa un desarrollo de la figura del usuario aduanero de trámite simplificado (UTS), a través de la cual se sustituye el usuario apto. En esta área, es notorio que la DIAN busca consolidar los distintos perfiles de riesgo que pueden tener las empresas y dotar a aquellos usuarios con mayores niveles de confianza, ya sean UTS u OEA, con facilidades aduaneras que estimulen su difusión.
En este sentido, el Decreto 360 de 2021 incorpora beneficios para los UTS, quienes previamente tenían acceso al pago consolidado de tributos aduaneros, al levante automático de mercancías importadas y a una garantía global para amparar las operaciones realizadas. Con la nueva norma se especifica que pueden: (1) constituir una garantía global, cuando el usuario tenga más de un registro aduanero; (2) constituir una garantía global en reemplazo de las garantías específicas exigidas para respaldar el cumplimiento de sus obligaciones aduaneras como importador o exportador; (3) corregir las declaraciones de importación presentadas durante el mes sin necesidad de autorización de la autoridad aduanera; (4) ser titular de la habilitación de depósitos para procesamiento industrial; (5) acceder al régimen de tránsito aduanero, el cual podrá finalizar en depósito público o privado; y (6) transportar por vía marítima mercancías nacionalizadas entre dos puertos del TAN cuando implique el paso por otro país.
Ahora bien, los avances del Decreto 360 de 2021 al régimen de aduanas también estuvieron encaminados a reforzar la jerarquía de las normas establecidas en esta materia. De forma ilustrativa puede señalarse el sector astillero. Las operaciones aduaneras de la industria astillera estaban reglamentadas en su mayoría a través de un memorando expedido en 2019, en el cual se establecían los lineamientos sobre la habilitación del astillero como instalación industrial, la importación temporal para perfeccionamiento activo de embarcaciones y el traslado entre astilleros de las embarcaciones. Esto hacía necesario la incorporación de estas disposiciones legales en la correspondiente norma a nivel de decreto, lo cual se realizó con la modificación al artículo 223 del Decreto 1165 de 2019.
Posiblemente aún haya muchos elementos para mejorar dentro del ordenamiento jurídico aduanero; sin embargo, se evidencia que hay lineamientos para simplificar y facilitar el comercio exterior en Colombia.
Desde el punto de vista tecnológico, un gran lastre que ha tenido la operación aduanera en el país, también pueden identificarse iniciativas para modernizar la operación de la DIAN. En una aproximación general, se cuenta con el proyecto de transformación tecnológica de la entidad, un plan ambicioso que busca modernizar integralmente los sistemas informáticos para que la autoridad pueda administrar eficazmente los datos que recopila, sistematizar sus trámites y evitar el fraude aduanero. El proceso se encuentra en desarrollo, luego de surtir etapas importantes como fueron la consecución de recursos financieros con la banca internacional por valor de USD$250 millones; la creación del Fondo DIAN para Colombia, un patrimonio autónomo que celebrará las operaciones de crédito público que permitirán administrar los recursos de la transformación; y el diseño de los requerimientos funcionales informáticos que requiere la entidad.
En el entretanto, en que se desarrolla este nuevo solución tecnológica, la autoridad aduanera ha adelantado proyectos de sistematización en algunas de sus áreas de trabajo que permiten atender a las necesidades de digitalización actuales. Entre estas, se destacan la interoperabilidad con puertos y zonas francas, en donde se han dado avances frente al intercambio de información con los sistemas Apolo y Pizis, pertenecientes especialmente a estas últimas. Adicionalmente, se implementó el SIE de tránsito aduanero, un servicio para los actores del régimen de tránsito aduanero y transporte multimodal, en donde se automatizan procedimientos como la aceptación, la autorización, el reconocimiento, la ejecución y la finalización de estas operaciones. Finalmente, se espera el pronto lanzamiento del sistema de resoluciones anticipadas, por medio del cual se digitalizará y dará trazabilidad a un trámite de gran importancia para la agilización de las operaciones de comercio exterior, y en donde la Alianza Global para la Facilitación al Comercio ha generado un importante soporte técnico.
De esta manera, se espera seguir avanzando en el fortalecimiento de la competitividad nacional con la consolidación de una gestión aduanera rápida y eficiente, con herramientas normativas y tecnológicas renovadas.