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noviembre 30 de 2022
Aportes de la industria papelera a las metas globales

El compromiso del sector con la sostenibilidad se plasma en el uso de fibra sostenible, la generación responsable de productos, la contribución al desarrollo económico y la recolección y cierre del ciclo. En torno a estos se articula el compromiso y la contribución de la industria papelera con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas y las metas del Acuerdo de París.

El sector papelero colombiano  produce  pulpa  de  celulosa  y  papeles  de  imprenta,  escritura,  tisú  y  empaques a partir de materias primas renovables, reciclables, biodegradables  y  locales.  El 67% de la pulpa y el 85% de los papeles recolectados para reciclar usados en 2021 fueron de origen colombiano. En el mismo año, sector representó el  4,3%  del  PIB  industrial,  generó 18.484 empleos y abasteció con  producción  nacional  el  76%  del  consumo  nacional  de  papeles  y cartones; resultados que además de  sumar  al  desarrollo  económico  y  social  del  país,  contribuyen  al  cumplimiento  de  las  metas  de  trabajo decente y crecimiento eco-nómico incluidas en el Objetivo de Desarrollo Sostenible(ODS) 8.

Aportes desde el modelo circular de producción

La estrategia de sostenibilidad y economía circular trasciende el uso eficiente de los recursos, el medio ambiente y la materia prima. En ese sentido, las inversiones en plantas de tratamiento de agua de última generación, la incorporación de procesos de recirculación para mayor eficiencia y la cuantificación de la huella de agua permitieron que, entre 2010 y 2020, el sector redujera en -14% la captación de agua por tonelada producida, a la vez que decrecieron los vertimientos en un -19% por tonelada, mejorando sus indicadores de calidad. Estos resultados impactan positivamente las metas de agua limpia y saneamiento del ODS 6, en especial las del aumento del uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores, la reducción de la contaminación y la recirculación. En la gestión energética, las acciones se enfocan en la búsqueda de la eficiencia energética que permita menor consumo de energía por tonelada producida, alcanzando una reducción del -25% entre 2010 y 2020. Otro frente de acción es la conversión hacia fuentes de energía más limpias como los biocombustibles y el gas, con lo cual se logró un decremento del -19% de las emisiones de CO2eq por tonelada producida en el mismo periodo. Estas reducciones impactan el ODS 9, Energía Asequible y no Contaminante, y están asociadas con la meta de incrementar la proporción de energías renovables, a la vez que aportan al cumplimiento de la meta nacional de reducción del -51% de las emisiones de gases de efecto invernadero del Acuerdo de París.

En la búsqueda de procesos de producción más sostenibles que respaldan la prevención, la reducción, el reciclado y la reutilización, el sector ha contribuido al ODS 12, Producción y Consumo Responsables, con una reducción del -29% en la generación de residuos intrínsecos al proceso de fabricación entre 2016 y 2020. Adicionalmente, en 2020 se aprovechó el 77% de residuos no peligrosos y el 73% de residuos peligrosos. Desde la recolección de residuos de papel, la contribución sectorial en 2021 permitió alcanzar una tasa de recolección del 54% del consumo de papeles y cartones, mientras que la tasa de utilización fue del 74% de la producción nacional.

Fortalecimiento de proveedores

A través de la Alianza Nacional para el Reciclaje Inclusivo se promueve la implementación de políticas que garanticen el reconocimiento de los cerca de 60.000 recicladores como prestadores del servicio público de aprovechamiento, con lo cual se aporta a las alianzas para lograr el ODS 17. Por su parte, las empresas papeleras apoyan el proceso de formalización de sus organizaciones para consolidarse como empresas prestadoras de este servicio, acciones que conectan con el ODS 1, Fin de la Pobreza, y el ODS 10, Reducción de las Desigualdades.

Desafíos para continuar aportando

El llamado “código rojo para la humanidad”, incluido en el último in-forme del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la ONU como consecuencia de los cambios alarmantes e irreversibles que está sufriendo nuestro planeta, se convierte en una oportunidad para ampliar la participación en la matriz energética de energías más limpias como la biomasa, para lo cual es necesario identificar las tecnologías y contar con las fuentes adecuadas de biomasa que respondan a las necesidades energéticas del sector.

El déficit en la oferta de residuos de papel y cartón se convierte en la oportunidad de incrementar las campañas de separación en la fuente que les permitan a las empresas sustituir el 15% de estos residuos importados por recolección local. Por último, debemos promover la actualización del marco normativo de aprovechamiento que responda al modelo que la cadena de valor del reciclaje ha desarrollado por años, sumado a la implementación de mecanismos que faciliten la trazabilidad de residuos que den cuenta de la gestión real de residuos en el país.