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mayo 6 de 2024
Volvieron los campos dorados: el sistema productivo de cebada como una oportunidad para impulsar la competitividad

Promover el desarrollo rural no es tarea fácil. El aumento del hambre, la pobreza y el cambio climático plantean grandes retos a la hora de encontrar modelos productivos más sostenibles e incluyentes. Si bien la ruralidad colombiana tiene el potencial para dinamizar el desarrollo local a partir del aprovechamiento de su oferta climática y de suelos, es necesario alinear muchas más piezas para mover el engranaje de la competitividad.

En ese sentido, la oferta de servicios de las entidades relacionadas con el agro y la ruralidad –públicas, priva- das y del tercer sector– deben concentrarse en abordar objetivos comunes evitando la duplicidad de esfuerzos. Bajo ese contexto y atendiendo la necesidad de fomentar el sistema productivo de cebada en Colombia, dadas las oportunidades de mercado local a partir de la reactivación de demanda de esta materia prima, desde la Fundación ANDI y su estrategia de Competitividad Inclusiva se constituyó la primera Mesa Sectorial de Cebada del país, con el objetivo de visibilizar el potencial actual del sistema productivo de cebada y articular al ecosistema en torno a la solución de las principales brechas de la cadena.

A la fecha, ya se han realizado dos encuentros que han permitido avanzar en identificar los eslabones de la cadena y sus principales limitaciones, así como los actores clave de cada eslabón, los cuales se espera sean integrados a los próximos encuentros. Las entidades han participado con compro- miso y presentado su oferta de servicios para contribuir con el fortalecimiento de los eslabones más débiles de la cadena productiva.

La oferta de servicios disponible para la cadena de valor de cebada, identificada en los dos encuentros realizados, cuenta con 1/2 iniciativas a nivel local, departamental y nacional, 102 de ellas enfocadas en el eslabón de la cadena con más retos y limitaciones –el cultivo–, en temas como extensión agropecuaria, investigación, asociatividad, manejo de suelos, rotación de cultivos y agricultura regenerativa, entre otros.

Con estos avances se evidencia que hay gran capacidad desde las entidades para atender los retos de la cadena con una oferta de servicios alineada con las necesidades. Adicionalmente, es evidente que hay algunos retos para los que no existe un aliado, por lo que es necesario construir oferta o convocar nuevos aliados. Así que los próximos espacios de la mesa estarán enfocados en construir, aprobar y socializar la hoja de ruta y el plan de compromisos, de cara a fortalecer este espacio de prospectiva y gestión de la cadena productiva de cebada, cuya reactivación se espera que traiga desarrollo productivo y bienestar a muchos productores agropecuarios de nuestro país.