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abril 22 de 2025
2025: un año marcado por la incertidumbre

La sostenibilidad de las finanzas públicas es uno de los principales retos que enfrenta el país. Este año se espera que la economía local crezca 2,6 %, lo que significa una tendencia de rezago frente a la región latinoamericana.

Camilo Trout Lastra

Economista senior de la Vicepresidencia de Desarrollo Económico y Competitividad de la ANDI

El 2025 continuará siendo un año marcado por una alta incertidumbre. A lo largo del año tanto el sector empresarial como los hogares se verán enfrentados a retos macroeconómicos como el alto nivel de la inflación, la compleja situación de las finanzas públicas, y, aunque positiva, una leve recuperación de la economía. En materia sectorial, el país enfrentará retos por la crisis del sector salud y dudas alrededor de la seguridad energética. La creciente inseguridad y la extorsión son también una problemática que impacta negativamente tanto en el campo como en las ciudades. Y en términos políticos, durante el año se estará desarrollando una agenda legislativa intensa marcada por el clientelismo, además del rápido y desordenado crecimiento del Estado.

No podemos dejar de mencionar que 2025 es un año preelectoral. Además, el inicio de la administración Trump en Estados Unidos genera tensiones geopolíticas con Europa, Rusia-Ucrania, China, México y Canadá, y seguro Colombia no será ajena a este nuevo escenario internacional. Todo lo anterior se traduce en una gran incertidumbre que reduce la confianza inversionista y el dinamismo de la economía. Veamos las cifras.

De acuerdo con las estadísticas del DANE, para 2023 la economía colombiana creció 0,6 % y para 2024 aumentó 1,7 %. Es decir, si bien los datos reflejan una leve recuperación, la economía está lejos de la tendencia histórica y del nivel de crecimiento que necesita el país para generar oportunidades de empleo y reducir los niveles de pobreza y desigualdad.

Para 2024, los sectores con mayor dinamismo económico fueron agropecuario (8,1 %), donde se destacó el crecimiento del sector cafetero (22 %) y las actividades de entretenimiento y recreación (8,1 %). Por su parte, la administración pública, defensa, educación y salud registraron un crecimiento del 4,2 %; las actividades inmobiliarias crecieron 1,91 % y la construcción avanzó 1,89 %, explicada por obras civiles que aumentaron 11,7 %, mientras que la construcción de edificaciones registró tasas negativas de 2,5 %. Las actividades económicas que registraron un bajo desempeño fueron minería (-5,2 %), industria manufacturera (-2,1 %) e información y comunicaciones (-0,8 %).

En el mismo periodo, por el lado del gasto, el consumo registró un moderado crecimiento de 1,2 %, y dentro de este, el consumo de los hogares aumentó 1,6 % y el consumo del gobierno disminuyó en -0,5 %. La inversión (formación bruta de capital fijo) registró un aumento del 7,6 %. Es importante mencionar que en esta oportunidad existe un efecto estadístico, ya que estamos comparando periodos donde se registraron contracciones significativas en dicho indicador.

En ese sentido, para tener un punto de referencia, la inversión (formación bruta de capital fijo) como porcentaje del PIB en 2015 fue de 23,4 %. Ese año la economía colombiana creció 5,6 %. Por su parte, en 2023 y 2024 la inversión, como porcentaje del PIB, fue de 17,6 % y 16,5 %, respectivamente

Teniendo en cuenta el comportamiento reciente de la economía vemos que existe una leve recuperación, sin embargo, hay un rezago en sectores clave como la industria manufacturera, la construcción de edificaciones y la minería, rubros que generan encadenamientos productivos y efectos multiplicadores sobre toda la economía en términos de crecimiento y generación de empleo.

El comercio internacional del país enfrenta grandes desafíos. Para 2024, las exportaciones disminuyeron -0,4 %, pasando de USD 49.769 millones en 2023 a USD 49.551 millones en 2024. Y al analizar las exportaciones según productos, las exportaciones que registraron una variación positiva fueron: agropecuario, alimentos y bebidas (15 %); manufactura (4,3 %) y otros sectores (20,4 %). Sin embargo, las exportaciones de combustibles y productos de industrias extractivas disminuyeron -10,6 %, la extracción de petróleo y gas -4,7 %, y estas representaron un 24 % de las exportaciones totales. Por lo anterior, el país debe continuar diversificando y sofisticando la canasta exportadora para atender nuevos mercados.

En términos de comercio internacional es necesario realizar un análisis sobre la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. En 2024 las exportaciones hacia EE. UU. fueron de USD 14.337 millones, las cuales representaron el 28,9 % de las exportaciones totales. Y las importaciones desde Estados Unidos sumaron USD 14.975 millones, las cuales representaron un 25,6 %. Esto demuestra la necesidad de fortalecer la relación comercial entre ambos países.

Colombia tiene grandes oportunidades con el nearshoring y el friendshoring. Después de la pandemia por covid-19, los países están realizando alianzas comerciales con naciones afines; tal es el caso de la Alianza del Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia), en donde países como Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Singapur están buscando fortalecer lazos comerciales con LatAm. Además, Colombia tiene una oportunidad única para atraer mayores flujos de capital debido a la matriz de generación de energía eléctrica limpia, lo que les permite a las empresas producir productos con una baja huella de carbono. Esto solo se materializará si el país cuenta con un entorno macroeconómico estable, facilidad para hacer negocios, seguridad (física, jurídica y energética), y una estructura de costos competitiva, entre otros. Es decir, reglas claras de juego.

Adicionalmente, uno de los desafíos que enfrenta Colombia es la alta migración. Para 2024 las remesas ascendieron a USD 11.848 millones y superaron las exportaciones de café (USD 3.393 millones) y carbón (USD 7.107 millones), combinadas. Es decir, los colombianos no encuentran oportunidades en el país y deciden buscar una mejor suerte en otros destinos. Esto va en detrimento de la competitividad, ya que estamos perdiendo talento.

En esa dirección, en 2024 se presentó una reforma laboral que fue hundida en marzo de 2025. De haberse aprobado, la iniciativa hubiera incrementado los costos salariales, horas extras, festivos y dominicales, entre otros.

Este articulado, como se presentó, dificultaría la contratación laboral y por lo tanto obstaculizaría la generación de empleo formal. Es importante tener en cuenta que la proporción de la población ocupada de manera informal es del 56,8 %. Y un empleado informal es un empleado sin derechos, ya que no cotiza a pensión y salud, y tampoco cuenta con la oportunidad de acceder a programas de capacitaciones y entrenamiento.

Otro reto que tiene el país es el de continuar moderando los niveles de inflación. De acuerdo con el informe de política monetaria del Banco de la República, se estimaba que la inflación se ubicaría dentro del rango meta (3 %) para el cierre de 2025. Sin embargo, por aumentos significativos del salario mínimo, la alta incertidumbre en materia fiscal y una alta volatilidad de la tasa de cambio se aumentó la proyección de inflación a 4,1% para 2025.

Ya mencionada la incertidumbre fiscal, la sostenibilidad de las finanzas públicas es uno de los principales retos que enfrenta el país. Es evidente que las finanzas públicas están desordenadas. El gobierno se traza metas de ingresos que son inalcanzables, el gasto público está desbordado y, además, no corresponde a la capacidad de generación de recursos del país. El déficit fiscal aumenta (-6,8 %), la deuda como porcentaje del PIB es alta (60 %), el recaudo cae en $18,6 billones al comparar 2023 con lo recaudado en 2024, la incertidumbre crece, y peor aún, no hay soluciones que resuelvan los problemas estructurales.

Un mensaje importante que no podemos dejar pasar por alto es que el país debe retomar la exploración de petróleo y gas. De acuerdo con la ANH, Colombia cuenta con reservas probadas de petróleo y gas para 7.1 y 6.1 años, respectivamente. Además, el impuesto de renta del sector minero-energético para el año gravable 2023 fue de $22,2 billones, 31 % del total del impuesto de renta.

Finalmente, se espera que para 2025 y 2026 la economía colombiana crezca 2,6 % y 3,4%, respectivamente. Sin embargo, nos estamos rezagando frente a la región latinoamericana. Por lo tanto, es necesario recuperar la confianza para aumentar la inversión y es urgente implementar una estrategia para impulsar el crecimiento económico.