La necesidad de trabajar de forma articulada en el fortalecimiento regional del país fue el común denominador de la conversación entre diferentes carteras del nuevo Gobierno.
En el panel moderado por Fernando Quijano, Director del diario La República, participaron Andrés Valencia, Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural; Ricardo Lozano, Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible; Ángela María Orozco, Ministra de Transporte e Infraestructura, y Gloria Alonso, Directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP).
Alinear las estrategias de los ministerios y el DNP con lo que se ha conocido como un gran pacto por Colombia significa, de acuerdo con los participantes en esta conversación, priorizar el desarrollo territorial, con la comprensión de las particularidades de cada región.
Gloria Alonso dijo que el Plan Nacional de Desarrollo disminuirá las disparidades regionales por medio de políticas públicas enfocadas en la conexión entre territorios y grandes ciudades. Estas últimas deben ser, de acuerdo con ella, “centros de apoyo y de empuje a la creación de una ruralidad mucho más desarrollada y moderna”.
Otro tema transversal en el panel fue la necesidad de enmarcar los planes de trabajo en una política de gasto público eficiente. En el caso del Ministerio de Agricultura, Valencia comentó que una de sus prioridades será la fusión de entidades adscritas a esta cartera que cumplen, prácticamente, las mismas funciones. Por su parte, la directora del DNP se refirió a una reforma al Sistema General de Regalías para mejorar la distribución de los recursos y su respectiva ejecución en proyectos concretos.
Desde el Ministerio de Transporte, Orozco destacó la efectividad del modelo de Alianzas público-privadas para obtener parte de los recursos necesarios en el mejoramiento de la infraestructura nacional; sin embargo, señaló la urgencia de gestionar los proyectos que están en curso para “mantener la confianza de los fondos internacionales que, de alguna manera, están financiando esos proyectos”.
Este esfuerzo de descentralización también hace parte de la agenda de Lozano, quien manifestó su interés por dar continuidad al acompañamiento que, desde el ministerio que tiene a cargo, se ha dado a las corporaciones autónomas regionales en temas como ordenamiento y planificación territorial. Agregó que le interesa fomentar una política ambiental preventiva, para que todos los sectores productivos puedan anticiparse a cambios en el abastecimiento de diferentes recursos, como consecuencia de factores climáticos y naturales, “para evitar que tengamos las mismas pérdidas asociadas a precipitaciones, que equivalen a dos puntos del PIB”, dijo Lozano.
El principal potencial de desarrollo regional, de acuerdo con Valencia, se encuentra en el aumento de la productividad del campo: “no podemos ser competitivos frente a las importaciones”. Las estrategias planteadas por el ministro para avanzar en este frente son la reducción de costos en los insumos agropecuarios; el ajuste de las cosechas de productos como el arroz y el banano para que su cronograma coincida con momentos más oportunos en términos climáticos y de demanda internacional; promover la transparencia en los precios de las centrales de abasto y reestructurar el Banco Agrario para que brinde un mejor servicio a los pequeños campesinos.
Además del enfoque regional manifestado por esta parte del gabinete presidencial, otra de las grandes conclusiones de este encuentro fue la necesidad de establecer un plan de desarrollo nacional con objetivos a largo plazo, que trascienda tanto los periodos del Gobierno nacional como los de las diferentes administraciones locales.