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marzo 19 de 2019
Un pacto para crecer

El Plan Nacional de Desarrollo consigna importantes metas relacionadas con el crecimiento económico del país en el próximo cuatrienio. A continuación, un repaso de sus principales puntos.

Imelda Restrepo
Vicepresidente de Desarrollo Económico y Competitividad de la ANDI

En general, al analizar el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que el Gobierno presenta al país es importante partir de algunos interrogantes básicos: ¿está orientado a generar las condiciones para lograr una senda de crecimientos altos y sostenidos, que se traduzca en un desarrollo económico y social?, ¿los grandes objetivos van en esa dirección?, ¿se fundamenta en una visión moderna y dinámica que consulte las tendencias mundiales?, ¿mantiene una visión de mediano y largo plazo?, y, no menos importante, ¿cuenta con la institucionalidad necesaria y los mecanismos de seguimiento para que pasemos de la planeación a la ejecución?

Con respecto al tema de crecimiento sostenible, sin duda una tarea que el país está en mora de abordar es aumentar significativamente la productividad. Los rezagos de Colombia en este tema son evidentes: los indicadores de productividad del país muestran resultados muy preocupantes, con un crecimiento promedio de la productividad en los últimos 18 años de apenas un 0,5%. Este panorama genera limitaciones en el desarrollo económico y social del país y evidencia la necesidad de priorizar este tema.

Al analizar el articulado, encontramos que los temas de desarrollo empresarial son pocos, por tanto, el reto es que entre sectores privado y público trabajemos en aspectos fundamentales para la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las existentes como lo son desarrollo tecnológico, innovación, acceso a financiamiento, capital humano, fábricas de productividad, encadenamientos productivos, posicionamiento en los mercados internacionales y en las cadenas globales de valor, entre otros. 

Si miramos más en detalle las bases del plan, encontramos también algunos temas particulares en regulación, formalización y trámites, en los que sería pertinente contar con propuestas concretas que dieran a estos temas un papel crucial en la visión de largo plazo del país. Se trata de aspectos determinantes en un entorno competitivo y favorable para la inversión y el crecimiento.

Una regulación sencilla y transparente, que reduzca los trámites para crear empresas, cerrarlas, importar, exportar, o simplemente para continuar con el normal desarrollo de una empresa, es una tarea que no da espera. Por ello, sería conveniente que el PND contará con los procedimientos para eliminar la normatividad obsoleta y que diseñara una plataforma amigable que le permita al empresario y al ciudadano consultar la normatividad vigente y la que está en discusión. 

En línea con las buenas prácticas que recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es importante que el país cuente con una política de "gobierno completo" que sustente la calidad regulatoria. En consecuencia, deben evaluarse los costos y beneficios de los trámites y las regulaciones para mejorar no solo su calidad y coherencia, sino para hacerla más eficiente y efectiva, de tal forma que se integre el uso sistemático del Análisis de Impacto Normativo (AIN) en el proceso de formulación de políticas públicas y se promueva el uso de la evaluación ex-post de las regulaciones, programas e instituciones. Esta recomendación debería ser una exigencia del PND, incluyendo un punto sobre un tiempo prudencial para que los actores afectados opinen sobre la norma. 

Con unas buenas prácticas en normatividad se avanza en forma significativa en un aspecto que siempre ha sido resaltado como fundamental para la inversión y permanencia de las empresas en el país: la seguridad jurídica y la estabilidad en las reglas del juego. Sobre seguridad jurídica conviene mencionar un gran tema con alcance de largo plazo que resultaría muy positivo que formara parte de los lineamientos del PND. Se trata de los procedimientos y mecanismos para realizar la consulta con comunidades. 

El PND 2018-2022 desde su mismo nombre se plantea un reto adicional. Este plan por primera vez se desarrolla alrededor de pactos, lo que implica la necesidad de llegar a acuerdos y consultar a todos los actores involucrados. En este sentido, el DNP sostuvo múltiples reuniones en las regiones con los actores sociales para recibir sus comentarios y aportes. Lo anterior es de gran importancia en el plan, ya que es claro que Colombia es un país de regiones, donde el enfoque territorial es vital para identificar las apuestas productivas y, con base en ello, definir lineamientos y programas de inversión.

La organización del PND alrededor de pactos, donde cada pacto aborda todos los temas que de una u otra forma lo impactan, implica que ya no es una entidad gubernamental única la encargada de ejecutar los lineamientos y planes de acción trazados, sino que será la tarea de diferentes instancias del gobierno. Aquí la coordinación y articulación del sector público no solo es importante, sino que se convierte en el eje principal del PND y la garantía de que se logre pasar del diseño a la acción. En este punto sería pertinente una mayor precisión. 

En relación al seguimiento del plan, el documento en discusión incluye múltiples metas para los diferentes temas, lo que facilita y constituye un primer paso en un monitoreo y seguimiento al PND. También se debe mencionar que, si bien las metas en primera instancia pueden parecer poco ambiciosas y poco soñadoras, lo importante aquí es que sean viables y cumplibles en el período establecido y no se conviertan en temas imposibles de lograr. En el diseño de las metas del PND resulta muy positivo encontrar que, en muchos casos, aparece el indicador al cual se orientará el país en los próximos cuatro años, pero también está el nivel trazado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aquí encontramos, entonces, una estrategia inmediata, acompañada de una visión de largo plazo, alineada con las tendencias internacionales.

Uno de los aspectos más determinantes incluido en el PND es la introducción de la política social moderna, que fomenta la creación de oportunidades de mercado competitivas y sostenibles para los grupos sociales más vulnerables. Esta política generará resultados de más largo plazo y tendrá un efecto multiplicador que se traducirá en un mayor bienestar para la población.