Así lo señalaron Mauricio Reina, investigador asociado de Fedesarrollo y Mauricio Santamaría, director de ANIF, durante sus intervenciones en el marco del Foro de la Salud y 27º Foro Farmacéutico de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – ANDI.
Bogotá, 21 de junio de 2021. Sin lugar a dudas la pandemia del Covid-19 ha tenido un efecto significativo en el comportamiento de la economía nacional y las finanzas públicas; no obstante, dicho impacto debe ser proyectado a largo plazo para cuantificar de manera adecuada su alcance. Así lo manifestaron Mauricio Reina, investigador asociado de Fedesarrollo y Mauricio Santamaría, director de ANIF, durante sus intervenciones en el marco del Foro de la Salud y 27º Foro Farmacéutico de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia – ANDI.
En primer lugar, de acuerdo con Mauricio Reina, los confinamientos decretados para reducir el contagio de Covid-19 en el país, tanto en 2020 como en enero de 2021, tuvieron un impacto claro en el comportamiento de la economía, tanto que el año pasado el PIB cerró con una caída del 6,8%, la más severa de la historia reciente.
No obstante, destacó que “el avance en materia de vacunación, que ha permitido la reapertura de cada vez más sectores productivos, también ha tenido un efecto clave en la reactivación económica que se ve en las cifras”, explicó Reina.
De hecho, el economista de Fedesarrollo destacó que recientemente este centro de pensamiento recalculó su proyección de crecimiento del PIB colombiano a 7,2% para 2021. “Esto se debe a que el primer trimestre superó las expectativas con un crecimiento del 1,1% que va a sumar positivamente, lo cual muestra que cuando se liberan cuellos de botella la economía reacciona. Además, se está registrando un crecimiento de la economía estadounidense y china, lo que representa un buen panorama en el precio de los commodities. También esperamos que los confinamientos vistos en enero se puedan quedar atrás, de modo que con el avance de la vacunación que viene a buen ritmo, siga por la senda correcta”.
Por otro lado, Mauricio Santamaría presentó los primeros resultados de un estudio hecho en conjunto con la ANDI, en el que se revisa la sostenibilidad del sistema de salud a largo plazo y se hace un análisis sobre la presión que ha creado la pandemia en las finanzas ya apretadas del mismo.
Recalcó que el país ha prestado la misma calidad de servicio a pacientes Covid-19 entre el régimen subsidiado y el contributivo, lo cual es un hito importante en materia de equidad, pero advirtió que “no podemos evadir el hecho de que esos logros tienen un costo que se tendrá que asumir”, dijo.
“Estábamos en una situación que se apretó desde 2016, y mientras veíamos que los ingresos de recursos eran casi iguales a los gastos, esos gastos seguían creciendo. A futuro, el sistema de salud no va a reducir su gasto y ahí está el reto”, agregó Santamaría.
De hecho, según la investigación de ANDI y ANIF, el gasto en salud que en 2020 era cercano a 6% del PIB, a 2035 podría llegar a ser de 8% del PIB, en un escenario optimista, y en uno que denominó como “más realista”, la cifra sería de 10% del PIB. “Frente a esto es importante tener en cuenta que si la economía crece bastante, nos ayudaría a financiar este gasto de manera más sana y por efecto matemático el porcentaje se reduciría frente al total del PIB. Pero, aun así, no sería suficiente, hay que trabajar en varios frentes”, aseveró.
Durante la jornada también se realizó el panel “Decisiones para la asignación, flujo y vigilancia de los recursos de la salud”, en el que participaron María Andrea Godoy, Viceministra de Protección Social; Fabio Aristizábal, Superintendente de Salud, Jorge Gutiérrez, Director de la ADRES y Jairo Humberto Restrepo, Profesor de Economía de la Universidad de Antioquia.