Los datos que divulgó el Dane sobre el Índice de Seguimiento Económico, mantienen en general las características que registró el crecimiento económico durante el año 2024. En efecto, se observa un comportamiento heterogéneo donde unos sectores registran tasas positivas y otros por lo contrario mantienen tasas negativas. También se puede señalar como positivo que el crecimiento total para los primeros once meses del año refleja una leve recuperación al registrar una tasa de 1,7%, con lo cual el año terminará alrededor de este nivel lo que coincide con los pronósticos de la ANDI y de la mayoría de los analistas.
Sin embargo, al analizar en detalle el dato del ISE en el mes de noviembre encontramos varios hechos preocupantes. En primer lugar, reiteramos nuestra inquietud alrededor del comportamiento de las actividades secundarias que incluyen los sectores de industria y construcción y donde durante los últimos dos años el ISE ha reportado tasas negativas durante la mayoría de los meses.
Por el lado de las actividades primarias que comprenden agropecuario y minería encontramos una reducción de 1,3% para el mes de noviembre. Esta cifra negativa rompe la tendencia favorable que venía presentando este indicador. Es así como de los 11 meses analizados durante el año, ocho de ellos mostraban un crecimiento positivo, que incluso alcanzó tasas de 6,8% en febrero y 7,8% en julio. En consecuencia, este punto de inflexión en noviembre exige un estrecho monitoreo del indicador de las actividades primarias para definir si se trata de un deterioro transitorio o un cambio de tendencia.
Con todo lo anterior, el ISE total para noviembre llega a 0,4% sin duda un dato muy desalentador que nuevamente nos señala que la reactivación no se ha consolidado y es urgente la adopción de una estrategia que recupere la confianza y certidumbre de los inversionistas y genere las condiciones para lograr crecimientos altos y sostenidos.