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junio 30 de 2021
Los ecosistemas de emprendimiento: el contexto de la pandemia y los escenarios futuros

La pandemia ha venido impactando a los emprendedores y las empresas en forma significativa, así como también a los ecosistemas de emprendimiento.

En lo que respecta al impacto, nuestro índice de condiciones sistémicas para el emprendimiento dinámico nos muestra que la gran mayoría de los países (70  %) han visto negativamente afectadas sus condiciones para el emprendimiento dinámico producto de la pandemia y que la magnitud del impacto es más pronunciada entre los países en desarrollo debido a sus debilidades estructurales y vulnerabilidad económica. Las dimensiones más afectadas son las condiciones de la demanda (espacio de oportunidades), el acceso al financiamiento (recursos) y el capital humano emprendedor, lo que indica que ha impactado a las bases del proceso de emprendimiento.

Mientras se enfrenta el desafío de la resiliencia y la salida de esta situación, al calor de procesos de vacunación que vienen demorados, es clave comenzar a pensar en los futuros escenarios para el mundo pospandemia. En Prodem hemos realizado un ejercicio de imaginación colectiva junto a un grupo de expertos globales y la Global Entrepreneurship Network.Desde Prodem elaboramos un conjunto de hipótesis rivales que guiaron un ejercicio colectivo de construcción de escenarios. Más de 25 expertos de todo el mundo participaron de este ejercicio, cuyos resultados muestran que a nivel general los ecosistemas de los próximos años estarán incididos por un conjunto de tendencias globales. En primer lugar, la recuperación económica llevará tiempo y estará inicialmente concentrada en algunos países (por ejemplo, Estados Unidos y China), aunque con fuertes heterogeneidades a su interior. El mundo que emerge es más pobre y con creciente desigualdad social. Será mayor y más activa la participación del Estado en la economía. Habrá un contexto de liquidez financiera a nivel global con bajas tasas de interés. Existirán cambios en los patrones de consumo. Se acelerará aún más el cambio tecnológico. Y se reconfigurarán las Cadenas Globales de Valor para volverse más resilientes, aún a costa de perder eficiencia, a través de su relocalización fuera de Asia. En este contexto, los grupos de expertos con los que trabajamos imaginaron a los futuros ecosistemas moldeados por las siguientes tendencias.

Por un lado, habrá nuevas oportunidades que emergerán como parte de un proceso de destrucción creativa schumpeteriano liderado por la aceleración de la transformación digital, la reconfiguración de las Cadenas Globales de Valor y las estrategias de innovación abierta de las grandes corporaciones. Pero el balance neto será diferente según países y sectores. En general, es esperable que el emprendimiento por necesidad tienda a predominar en los próximos años sobre el emprendimiento dinámico, en especial en los países menos desarrollados. Pero la existencia de menores costos de oportunidad podría generar el efecto contrario. Por otra parte, los recursos para crear y desarrollar un emprendimiento estarían más restringidos.

El acceso a financiamiento a través de inversores estará moldeado por la coexistencia de fuerzas contradictorias. Por un lado, los fondos existentes que habían logrado fondearse en los años previos tendrán necesidad de invertir en el corto plazo. Por otro lado, las dificultades de los fondos para levantar nuevas rondas podrían afectar la disponibilidad de fondos en el mediano plazo. Además, las preferencias de los inversores estarán dirigidas a inversiones en empresas en las que ellos ya invirtieron. Por último, pero no por eso menos importante, el peso de las políticas de emprendimiento dentro de las agendas de los gobiernos probablemente se vea disminuido en los primeros años dado el foco que se tendrá en atender la emergencia pospandemia y en las restricciones presupuestarias y fiscales.

Sobre esta base consultamos junto con el BID a un conjunto de más de 150 especialistas de 14 países en América Latina. Los escenarios imaginados indican que, en materia de oportunidades para las startups y empresas jóvenes, en la nueva normalidad emergerán necesidades, las cuales ampliarán el espacio de oportunidades para los emprendimientos en la región, aunque el desmejoramiento en las condiciones de la demanda incidirá negativamente sobre estas oportunidades. Las nuevas fuentes de oportunidades provendrán de la reconstrucción de las economías; la aceleración del cambio tecnológico y las demandas de las grandes empresas. Pero existen riesgos y limitaciones potenciales que deberían ser atendidos. En lo que respecta al capital humano emprendedor, aumentará la cantidad de personas calificadas que optarán por crear su empresa en un escenario en el que el costo de oportunidad de emprender será más bajo debido a la inestabilidad laboral y los menores salarios. A su vez, se incrementará la actitud emprendedora ya que las personas crecientemente tenderían a confiar más en sus propias fuerzas ante la fragilidad de las organizaciones evidenciada durante la pandemia. Para finalizar, los apoyos necesarios para la creación y desarrollo de los emprendimientos dinámicos también se verán afectados.

La mayor apertura social y solidaridad que se generó durante la pandemia contribuirá a que se amplíen las bases de capital social. La evolución futura del acceso al financiamiento, por su parte, encierra un mayor escepticismo. Hay quienes consideran que habrá dificultades en el levantamiento de nuevos recursos y no son pocos los que consideran que existirán ciertas prioridades a la hora de invertir. Y en términos de políticas de emprendimiento, las opiniones estuvieron divididas. Una ligera mayoría consideró que estas políticas tenderán a perder peso en un comienzo y lo recuperarán después, mientras que un poco menos de la mitad consideró que, por el contrario, el lugar de las políticas de emprendimiento tenderá a crecer al ser reconocidas como motor de reconstrucción y transformación económica.